jueves, 15 de octubre de 2009

Ojitos de cordero

Me resulta difícil entender porque las guerras contra el islamismo terrorista son buenas cuando las hace Zapatero y malas cuando las hace Aznar.
Apoyar a los EEUU en Irak era malo, pero hacerlo en Afganistán es bueno (sorprendente dado que son escenarios de la misma guerra)
Era intolerable que los soldados muriesen en accidentes de aviación… que lo hagan pisando minas es correcto.
Ser el lamesuelas de Bush era malo, serlo de Obama es bueno…
Resoluciones de la ONU aparte (cuando nos sacaron de Irak ya estábamos bajo el mandato de una), el contingente que hemos desplazado a Afganistán, dobla y lleva camino de triplicar al que teníamos en Irak.
El escenario de Irak era malo, pero el de Afganistán es peor.
Logísticamente Irak era caro, Afganistán es para millonarios…
Más lejos, peor infraestructura, mas frío cuando hace frío, más calor cuando aprieta el sol, ruinas por donde vayas… y una población hostil que no puedes diferenciar de la que no te es hostil (porque lo que se dice "aliado" no tienes entre los autóctonos)
Incluso aquellos a quienes estás apoyando para que implanten la “democracia”, aquellos por los que pisan tus cabos las minas, creen que los talibanes deberían formar parte del gobierno… pues, al fin y al cabo, también son hijos de Alá.
Y no voy a entrar en consideraciones acerca de lo que opino sobre montar democracias en países islámicos… otro día divagaré sobre eso, porque hoy mi preocupación es lo que estará comprometiendo nuestro presidente en su visita a los EEUU.
Me preocupa que, para poder salir en una foto mirando a Obama con ojitos de borrego degollado, nuestro presidente prometa oficialmente a los EEUU “el máximo esfuerzo” en "lo de Afganistán", guerra (que no otra cosa) de la que no parece dispuesto a salir nuestro flamante y muy afroamericano Nóbel de la Paz.
Y me preocupa porque cuando Zapatero habla de temas trascendentales, hay que echar las tabas para poder interpretar lo que dice… y los posos del café de 0,80€ - mucho mas claros que las vísceras de oca a la hora de predecir el futuro – no me han arrojado ésta vez luz alguna.
Porque las habas son las que son… y la pasta es la que hay, y eso – seamos sinceros – debería limitar la creatividad de quienes manejan el timón.
Puestos a fantasear, cabe otra posibilidad… tal vez, nuestro “encantado de conocerse” presidente, piense que a Obama también va a poder engañarle…
Tener a Zapatero como patrón y a su iletrado gobierno de cuota haciendo las veces de tripulación es un deporte de riesgo… es como jugar a la ruleta rusa con cuatro balas en el tambor.
Así que - como medida de precaución - vayan poniéndose el casco… los fusiles y el uniforme mimetizado nos los dará Zapatero o – en su defecto – el último Premio Nóbel de la Paz.