jueves, 22 de enero de 2015

Tiene consecuencias...

Resulta que en Nigeria se han puesto a protestar contra las portadas de Charlie Hebdo... y lo han hecho quemando iglesias cristianas y matando a hombres, mujeres y niños cristianos.
En Nigeria no entienden esa cosa de las sociedades aconfesionales, ni les entra en la cabeza lo de laicismo radical. Occidente y cristianismo -  para ellos - es la misma cosa.
No voy a ahondar en lo que llevo expresando sobre el ISLAM esa "religión de la paz" que produce fenómenos tales como el ISIS, BOKO-HARAM, HEZBOLAH, HAMAS, AL-QUAIDA, Los mártires de AL-AQSA, o lo que se ha dado en llamar TALIBANES... hoy no toca eso.
Hoy voy a hablar de la relación que hay entre las famosas viñetas de Mahoma y los ataques al Coran y a los musulmanes que desde publicaciones supuestamente graciosas se hacen en nombre de la Libertad de Expresión y las matanzas en Nigeria.
Porque - desgraciadamente - hay una relación directa entre la quema de iglesias en Nigeria y Charlie Hebdo.
Doy por sentado que cuando el supuesto o supuesta humorista, en un arrebato de Libertad de Expresión, se tira a la piscina de ofender a varios millones de creyentes, no imagina que en un lejano país de Africa, van a degollar a decenas de cristianos y a quemar sus casa y sus iglesias... pero sucede así.
Esos mismos cristianos que riduliza en su pasquín, mire usted por donde, sirven para calmar las iras de los musulmanes que ridiculiza en su pasquín.
Como para los "Charlies Hebdo" de la vida los que profesan alguna religión, y en particular los cristianos, somos "cons" (idiotas, estafadores), la extinción de unos cuantos debe ser algo poco relevante... sobre todo si lo comparamos con el sagrado "derecho a la blasfemia" que ejercen en sus penosas sátiras.
De modo, que cuando estén afilando ustedes sus lápices para hacer la portada de esa basura que les dá de comer, sería estupendo que se acordásen de los negritos de Nigeria que entregan sus vidas para que ustedes puedan insultar zafia y gratuitamente las creencias ajenas.
La muerte de estos negritos cristianos es consecuencia de dos cosas: la interpretación que hacen del ISLAM ciertos tarados y las portadas de Charlie Hebdo.
Y cada uno tiene su parte de responsabilidad.
Es injusto, lo se... pero es así.

jueves, 15 de enero de 2015

Islamofobia

Todavía resuenan los ecos de esas manifestaciones incomprensibles que – tras el atentado sufrido por la redacción del pasquín Charlie Hebdo – han recorrido Europa. 
Digo que son incomprensibles porque en vez de ser manifestaciones contra el terrorismo islámico (causante de las muertes) parecían manifestaciones en defensa de que las cosas sigan como estaban antes del atentado. 
La preocupación de los convocantes fue que Marie Le Pen, que en la actualidad recibe el apoyo del 20% de los franceses, se abstuviese de ir a la manifestación, no poniendo – por ejemplo - objeción alguna a que líderes de organizaciones terroristas como es Hamás (Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, Movimiento de Resistencia Islámico) estuviesen presentes. 
La preocupación de la Europa de la corrección política ha sido que no se “criminalice” a los musulmanes en su conjunto, eludiendo una vez mas el problema real que – al respecto – tenemos ya en todos los países que conforman el mundo civilizado. 
En "Occidente", cualquiera que pretenda conservar las raíces culturales sobre las que se contruyó Europa (algo que excluye a nuestras nefastas y descerebradas izquierdas) percibe a los musulmanes como un problema. 
El motivo principal de esta percepción es la constatable falta de integración de los inmigrantes musulmanes y la abierta beligerancia que manifiestan, siempre que pueden, hacia nuestra forma de vida. 
Yo conozco a algunos inmigrantes musulmanes que se han integrado sin traumas en nuestras sociedades, pero no son muchos en comparación con los que se niegan tozudamente a abandonar los usos medievales de su cultura original. 
Es más, creo que no exagero cuando digo que lo que yo percibo como un bien (la integración) sus correligionarios lo perciben como una traición al ISLAM. 
Comparto con muchos musulmanes un cierto desprecio por este estercolero en el que se ha convertido “Occidente”. Comprendo que exista cierta reticencia a adoptar usos decadentes o a abrazar algunas de esas actitudes degeneradas por el hedonismo y el relativismo espiritual que campan a sus anchas por Europa… y esa reticencia, no exclusiva de los musulmanes, la compartimos un buen numero de ciudadanos de otras procedencias por simple sensatez. Sin embargo, la postura ante la sociedad que nos alberga es muy diferente en la mayoría de los ciudadanos y en ellos… sobre todo en términos de tolerancia. 
Opino que el "multiculturalismo" es una más de las mentiras con las que nos machaca la izquierda tontobuenista en todos sus discursos. 
Las culturas solo pueden convivir cuando no chocan en sus costumbres. 
Yo no puedo respetar costumbres de una cultura que exige – por ejemplo – hacerle la ablación a una niña, que contempla a la mujer como un ser inferior al hombre, que castiga con la muerte la homosexualidad, que pone la sharia (o las fetuas emitidas por el Iman de turno) por encima de las leyes, o que me considera un enemigo en la difusión de su fe. 
Y además, como pienso que la sociedad en la que vivo, con todos sus defectos, es mejor que las sociedades de las que proceden estos inmigrantes, no veo porque tengo que permitir que se importen determinadas costumbres o que me impongan el respeto a las mismas so pena de portar el sambenito de islamófobo. 
Porque al final, lo que tiene que quedar claro, es que a partir del momento en que a ellos se les aplica la misma ley que a mi, que los inmigrantes se rigen por la misma ley que los componentes de la nación de acogida, ya se ha hecho todo lo que se tiene que hacer. 
Permitir que la inmigración musulmana se encierre en ghettos, alimentando su endogamia, me parece un error que Occidente lleva cometiendo desde hace décadas… y es el principal obstáculo para esa integración que ellos mismos rehúsan. 
Venga el inmigrante a trabajar, a ganarse la vida, a disfrutar de educación, sanidad, ayudas sociales y todas esas cosas que en sus países de origen no existen… a cambio sólo debemos pedir que se respete la cultura de la nación que les acoge, que se integren en ella y no causen problemas de convivencia. 
Y una cosa mas… que no exijan nada, porque no tiene derecho a nada. 
Los únicos derechos que tiene un inmigrante son – exclusivamente – los que amparan a los demás ciudadanos de nación en que se encuentran. 
Y ni uno mas.

domingo, 11 de enero de 2015

Sospechas...

El repentino suicidio del subdirector de la Policía judicial de Limoges, de 44 años de edad, involucrado en la investigación del atentado a la redacción de Charlie Hebdo, el hecho de que no haya quedado vivo ningun terrorista al que interrogar y la estrambótica aparición de los documentos de identidad de los terroristas en el coche robado, alimentan la teoría de que los islamistas pudieran haber sido manejados por algún servicio secreto interesado en provocar una reacción favorable a la intervención activa de Europa contra el ISIS.
Parece claro que Charie Hebdo era el objetivo razonable por su beligerancia en el tema de las caricaturas de Mahoma y Francia, una nación donde hay un porcentaje muy grande de población musulmana, con una creciente desconfianza hacia este sector de la población y una innegable influencia en las decisiones de Europa, el país perfecto. 
Elegir a tres fanáticos, proporcionarles las armas, darles la información necesaria y lanzarlos contra un objetivo preseleccionado es una forma de actuar (bastante común) de los servicios secretos de muchos países. 
El éxito de estas operaciones se basa en que el terrorista crea que actúa en nombre de quien cree actuar y que no sobreviva al atentado, para que interrogatorios posteriores no pongan de manifiesto inconsistencias en el relato o permitan conectar con inoportunos inductores. 
Con todo, lo mas raro es que un terrorista que va a cometer un atentado lleve la documentación encima y - además - se la deje olvidada en el coche tras la huida... pues parece ser que eso fué lo que permitió identificar a los asesinos cuando apenas se había empezado con la investigación. 
En el video difundido con las imágenes de los terroristas saliendo de la redacción, se ve que los asesinos estaban encapuchados, por lo que no parece sensato creer que pudiera haberse producido una descripción de los testigos que condujése a los dos hermanos... sin esa oportuna documentación abandonada en un coche robado, el tiempo disponible para la huida de los asesinos hubiera sido mucho mayor y el desenlace - seguramente - otro.
Un coche con pruebas que dirigen en un sentido inequívoco la investigación, un policía involucrado en la investigación que se quita la vida (o se la quitan), la muerte de todos los terroristas terminando con cualquier investigación posterior... recuerda a cosas que ya hemos visto en España. 
Lo que describo podrían ser un conjunto de deducciones erroneas, propias de una paranoia injustificada y montadas sobre unos hechos fortuitos... tal vez la explicación es mucho mas simple y todo esto ha sido la acción irracional de tres fanáticos que - además - iban por libre, pero no me negarán que es un argumento estupendo para una novela de intriga.

viernes, 9 de enero de 2015

Del derecho a la blasfemia

No acabo de entender lo del derecho a la blasfemia. 
Apelar al derecho a la blasfemia es como apelar al derecho a orinar en el felpudo del vecino… un derecho cuyo ejercicio – inevitablemente – ofende, molesta y cabrea a otro ciudadano. 
Claro que para los que apelan a este derecho, la culpa es siempre del que se ofende… posiblemente por que los que defienden semejantes “derechos” no ven como iguales a los ofendidos, los contemplan como seres inferiores sin derecho al pataleo. 
Ya he dejado claro que “Je ne suis pas Charlie” y que – a pesar de ello - desde luego no respaldo a los tarados del kalashnikov de Alá, pero me niego a poner como ejemplo de “libertad de expresión” y de “valores de occidente” a un panfleto que lo menos que se puede decir de él es que es una basura. 
También me cuesta mucho trabajo entender que en una sociedad que censura que se llame “negro” a un señor de esa raza o “marica” al que ejerce de homosexual, se considere un derecho el blasfemar. 
Si la sociedad entiende que un senegalés se ofenda cuando le llaman “negro”, ¿porqué no entiende que un católico se ofenda cuando se blasfema en su presencia? 
También quiero dejar constancia que cuando esos sacos de mierda vasca que Rajoy está sacando de las cárceles, se dedicaban a pegar tiritos en la nuca a nuestros paisanos, ningún francés, inglés, italiano o alemán se ponía una camiseta que dijese “Yo soy José Ramón” o “Yo soy María del Carmen”… aunque “José Ramón” fuese periodista (que alguno hubo) o “Jose Ramón” y “María del Carmen” representaran “los valores de occidente” con muchísima mas dignidad que los tocapelotas de “Charlie Hebdo”. 
Descansen en paz los asesinados y caiga todo el peso de la justicia sobre los asesinos, pero a eso del "derecho" a ofender al prójimo deberíamos de darle una pensada.

jueves, 8 de enero de 2015

Defender ¿qué?

A raíz de lo ocurrido con ese bodrio infumable e irreverente que es el semanario Charlie Hebdo, las tertulias televisivas como siempre, ajenas a la realidad, han centrado sus discusiones en la libertad de expresión. 
Los tertuliano de izquierdas, y algunos de la derecha flaccida, son tan malos o tan tontos, o ambas cosas, que equiparan las protestas que algunos católicos hacemos cuando en nombre de esa supuesta “libertad de expresión” se insulta, se ofende, se calumnia y se ridiculiza a los cristianos, con los angelitos que “kalashnikov” en mano han causado doce muertos en la redacción de un semanario. 
Para estos culiparlantes “las religiones” son la causa de que se produzcan estas cosas.
Porque para ellos, ridiculizar, ofender, vejar, calumniar, ensuciar y reírse de las creencias ajenas es una muestra de “libertad de expresión”… el colmo ha sido escuchar de boca del hermano listo de los Sardá (ya ve usted) que la “libertad de expresión” sólo puede estar limitada por “el código penal”. 
Y es que a estos saurios del cinismo, hipócritas profesionales, comunistas con Rolex en la muñeca y chivas de 12 años en el vaso, lo de los códigos deontológicos les suena a chino… si es legal es bueno y punto. 
Ha llegado a mascullar el de las gafas algo sobre que para que haya ofensa ha de haber alguien que se ofenda… hacer manifestaciones gratuitas, maliciosas, calumniosas, venenosas, inciertas, falaces, etc. “si nadie se ofende”, por lo visto, no constituyen ofensa, son “libertad de expresión”. 
No entiende este capullo de rosa que las declaraciones que hacen todos los detritus periodísticos de la tardo-transición si que ofenden (y mucho), a mucha gente… es sólo que los ofendidos nos aguantamos aunque lo que nos pida el cuerpo sea - en ejercicio de nuestra libertad de expresión - cagarnos a voz en grito en sus respectivas madres.
A diferencia de nosotros, obligados a perdonar por la fe que profesamos, los animalitos del ISLAM no se toman estas cosas a la ligera… y no tienen el freno que, para fortuna de los Charlies Hebdo de la vida, nos pone - a los cristianos - el quinto mandamiento. 
En la actualidad, las fatwas condenando a muerte y prometiendo el cielo a los que exterminen infieles es algo relativamente corriente en el mundo islámico… ¿O estoy mintiendo? 
Cuando pasan estas cosas hablamos siempre de gente procedente de países donde no se pueden construir iglesias, ni tomarse una cerveza, ni sacarse una mujer un permiso de conducir… países que son el colmo del progreso y la tolerancia. 
Un progreso y una tolerancia - por cierto - que quieren imponer espada en mano al resto del mundo... ¿Estoy mintiendo otra vez? 
El problema no es defender la libertad de expresión, nunca lo ha sido, el problema es dejar crecer en nuestras ciudades a alimañas que cuando les llevan la contraria o se sienten ofendidos por algo que has hecho o dicho, lo arreglan a tiros. 
El problema es dejar que proliferen en nuestras calles personas que se manifiestan abiertamente beligerantes con la sociedad que les está acogiendo sin pedirles nada a cambio… personas que se aprovechan de nuestras ayudas sociales y nuestro “estado del bienestar” pero no son capaces de darnos las gracias porque su odio – alimentado por una religión que produce un elevado numero de tarados – les impide hacerlo. 
No es la libertad de expresión lo que hay que defender, idiotas, es Occidente… y hay que defenderlo del ISLAM.

miércoles, 7 de enero de 2015

La guerra de ahí fuera

Ahí fuera hay una guerra… pero aquí dentro nadie parece darse cuenta. 
Ese cáncer mal disimulado que es el ISLAM está en guerra con nosotros, pero como estamos adormecidos por la idiocia y el tontobuenismo, no nos damos cuenta. 
Ahí fuera hay mucha gente – miles de ellos – que no dudarían un segundo en rebañarle a usted el gañote por razones tan poderosas como – por ejemplo – que es usted cristiano… aunque pertenezca usted a esa masa edonista y pasota cuyo único contacto con la Fe de Cristo fue su bautismo. 
No quiero decir con esto que los agnósticos e incluso los ateos no merezcan mi respeto, estoy diciendo que esa diferencia de matiz que yo aprecio, un “soldado” del Estado Islamico no es capaz de apreciarla… vamos, que si cree en Dios va a ir usted al hoyo y si no también… porque la guerra que se está librando ahí fuera es fruto de dos cosas: una religión nociva en manos de unos embrutecidos animales y una sociedad occidental que es incapaz de defenderse porque – por no creer – no cree ni en su propia supervivencia. 
Lo que la masa de ilusos llama “islamofobia” no es mas que el despertar a esta realidad.
En Alemania, ayer, en respuesta a unas “manifestaciones islamofóbicas” se montó una bonita mascarada de buenismo autocomplaciente y corrección política bobalicona… hoy doce personas han muerto en la redacción de una revista francesa y una hija de Alá se ha inmolado en una comisaría turca matando a un policía e hiriendo a unos cuantos más. 
La revista francesa (un semanario humorístico) cometió el pecado de publicar unas caricaturas de Mahoma… y lo que han recibido – según la lógica de estas alimañas - es el castigo a su pecado. 
Ahí fuera hay una guerra. 
Y si no reaccionamos con energía nos van a comer por las patas. 
Y para reaccionar lo primero que hay que admitir es que el ISLAM es la peste bubónica de este siglo. 
La zarrapastra tiene que empezar a dejar de apoyarlos, porque la sociedad que quieren implantar a golpe de espada (que es la única forma de persuasión que conocen) es una basura inaceptable… y el que niegue que nuestra progresía está por la labor de apoyar al ISLAM que se lea la última perla de nuestro mas afamado subnormal (Willy Toledo) justificando los atentados. 
Y ya ven, hablo como un islamófobo… pero es que las pústulas coránicas - con el "kalaka" en la mano - no me dejan hablar de otra manera. 
Ahí fuera hay una guerra… enterense de una vez.

sábado, 3 de enero de 2015

Descanse en Paz

A un amigo militar que estuvo en Nicaragua en los 90 – durante el desarme de la guerrilla – lo desplegaron en una zona bastante deprimida de ese precioso país.
Contaba a su regreso que una cosa que le sorprendió mucho, es que los nativos clasificaban a los militares que estaban en esa Misión de Paz en dos grandes grupos: los yankees que “se entendían” y los yankees que “no se entendían”.
 Ni que decir tiene que los yankees que “se entendían” éramos los españoles, y los que “no se entendían” eran los americanos, canadienses o cualquier otro que hablase una lengua distinta a la española.
El término yankee lo usaban para referirse a los países en los que cuando coges un autobús te ves obligado a pagar un billete… en ese sentido – que duda cabe – nosotros representábamos a un país yankee.
Y sucede que en los países yankees, cuando un policía te pide que te identifiques, lo correcto es sacar el carnet de identidad, conducir o cualquier otro documento similar y mostrárselo o, en su defecto, alegar que te has dejado la cartera en casa o que te la ha quitado un carterista… lo que no se hace en un país yankee es forcejear con el policía y arrojarlo a las vías del metro.
Esto es lo que ha hecho ayer un subsahariano en Madrid con un policía nacional de 28 años.
Es cierto que el muchacho, aferrado al policía, ha caído también a las vías, pero el policía a muerto y el inmigrante no.
A mi me da mucha pena que un Mauritano o cualquier otro habitante del Sahel, tenga que hacer ocho mil kilómetros y cruzar un estrecho en condiciones penosas para ganarse la vida... pero en este caso, que quieren que les diga, el que me da verdadera pena es el policía de veintiocho años (un chaval) que estaba cumpliendo con su deber y ha resultado muerto por acción del energúmeno que se negó a identificarse.
Probablemente el subsahariano no dispondría de documentos para ello, pero el miedo a la deportación, en un país yankee, no justifica el homicidio.
Pues bien, los tocapelotas de "Podemos", haciendo gala de su falta de cerebro y su exceso de mala leche, se han descolgado con un twitt en el que hablan de un “efecto de la represión policial", porque esa canallada de poner en duda que la policía – normalmente – actúa en defensa de la sociedad, es muy de nuestra izquierda.
Cuando se produce un episodio en el que se ve involucrado un policía, el rojerío otorga el beneficio de la duda siempre al delincuente.
Para hablar de “represión policial” en España hay que ser idiota, lo siguiente a idiota o lo siguiente a lo que sigue a idiota.
Represión policial – lo que se dice represión policial – es lo que hacen en Venezuela o en Cuba que (curiosamente) no son países yankees… en España no hay represión policial, y el que diga lo contrario o miente con toda la boca o es un tonto del culo del tipo “Willy Toledo” estándar.
Estadísticamente hablando, el numero de policías malos es ridículamente pequeño en comparación con los policías que tratan a diario de cumplir – simplemente – con su deber… de hacer un trabajo por el que perciben un sueldo, en mi opinión, bastante bajo.
Por la misma estadística el numero de delincuentes buenos (si es que eso existe) es asombrosamente pequeño en comparación con el de los delincuentes que – ejerciendo de tales – se comportan como auténticos hijos de la gran chingada.
Puede darse el caso que un delincuente “bueno” se tropiece con un policía “malo”, pero la probabilidad es pequeña, y no tanto por la maldad del policía sino por la bondad del delincuente.
En España, incluso los cuerpos policiales con más escándalos (los mossos por ejemplo), en general, cumplen con su obligación.
Ha faltado tiempo para que la zarrapastra ponga en duda, como siempre, que el policía estuviese cumpliendo estrictamente con su obligación… algo así como si el policía se hubiese “merecido” su propia muerte por actuar “represivamente” contra el “angélico inmigrante” que lo arrojó a las vías del tren.
Afortunadamente para todos estos idiotas, lo siguiente a idiotas o lo siguiente a lo que sigue a idiotas, lo que tenemos en España es una policía ejemplar que actúa en el marco de algo que se parece bastante a un Estado de Derecho.
Y la prueba de ello es que esta caterva de indigentes intelectuales puede twittear estupideces, sin temor a que un policía – u otro ciudadano – se persone en su domicilio a partirle la crisma.
Son las ventajas de vivir en un país yankee… que es ese modelo de país del que quieren retirarnos los cabrones que twittean estas sandeces.
Desde esta bitácora mando mi más sentido pésame a la familia del policía... y a la masa de idiotas, lo siguiente a idiotas o lo siguiente a lo que sigue a idiotas, que les vayan dando por la retambufa.