miércoles, 9 de septiembre de 2009

A las catacumbas

Entramos en el otoño y esto se pone feo.
El paro aumentó en agosto, cuando tradicionalmente, debido a los empleos veraniegos, lo que hace en agosto el paro es bajar.
Dicen que la crisis repunta… en el resto de mundo pero no en España.
Yo creo, sinceramente, que es muy pronto para hablar de repuntes. No es cierto que el resto del mundo esté saliendo de la crisis, es sólo que se están acomodando a la nueva situación y, por lo tanto, se moderan los marcadores económicos.
Tarde o temprano volveremos a tener más longanizas que perros, pero – entre nosotros – yo creo que va a ser mas bien tarde que temprano.
Y como la cosa se va a poner calentita, hay que buscar temas que entretengan al personal para que no quede demasiado patente que los parados se van aproximando a la población completa de una comunidad autónoma medianita.
Como en zafiolandia, antes España, lo que se lleva de un tiempo a esta parte es la bilis on the rocks, los temas elegidos por nuestros próceres para nuestro asueto serán – no lo duden - de esos que encabronan a la ciudadanía, enfrentando a unos contra otros.
Y dado que el gobierno está en manos de quien está, cabe esperar que se produzcan continuos ataques a la religión, a los empresarios, a la "derecha", a la disidencia al pensamiento único, a los "medios" no apesebrados, etc.
Pero sospecho que con mucho, la palma se la va a llevar la religión.
La Declaración Universal de los Derechos del Ateo va a producirse en breve… derechos que – me lo estoy oliendo - pasarán por impedir el ejercicio de los míos… porque así, prohibiendo cosas, es como nos liberan de nuestras lacras estos distribuidores de la riqueza ajena.
Y tirarán de los cristianos porque son un colectivo grande pero indefenso.
Para darse cuenta que es grande no hay mas que darse los domingos una vuelta por las iglesias, para ver lo indefenso que está no hay mas que comprar un periódico.
Incluso la derecha del "perdóneme usted porque soy un poco de derechas", abundante en estos tiempos como la cizaña en los trigales, en cuanto puede, se aleja de los postulados de la Iglesia no sea que se piensen que cree en Dios y que pertenece al grupo marginal de los españoles decentes.
Los Obispos no van a poder hablar ni del tiempo sin que se les tiren al cuello.
Lo cual no deja de ser un hecho sorprendente dado que la palabra de los Obispos afecta exclusivamente a sus feligreses.
Porque, seamos sinceros, lo que el Dalai Lama dice, al abajo firmante le afecta mas bien poco… y algo parecido debería pasar con el Catecismo y los Ateos.
Pero en España esto no es así.
Porque en la actualidad un amplio grupo de gente profesa un odio visceral, irracional e injustificado hacia todo lo que signifique cristianismo.
Y cuando digo injustificado, digo bien. Porque yo peino canas desde hace ya algunos años y no recuerdo haber vivido nunca en una sociedad en la que la iglesia tuviese el mínimo peso.
Cuando yo tenía quince años era de los pocos de mi clase que los domingos asistía a misa… y no recuerdo persecuciones de la inquisición ni quema de herejes en mi colegio que, además, era "de curas".
Así que cualquiera que diga haber sido perseguido o represaliado por la iglesia en su juventud y tenga menos de ochenta años, simplemente miente.
Otra cosa es que en nuestra lamentable izquierda haya un elevado número de exseminaristas con diarrea cerebral aguda… y aún así, si están fuera de la Iglesia, lo que piense, diga, haga o viva la Iglesia en España, debería tenerles sin cuidado.
Así que lo que vamos a ver no es otra cosa que una persecución religiosa mal disimulada.
Quieren que los cristianos volvamos a las catacumbas…
¿Y saben que les digo?
Que ya lo han intentado – sin éxito – en muchas ocasiones.