miércoles, 2 de septiembre de 2009

El Estatuto

"El presidente de la Generalidad, José Montilla, ha admitido que un eventual recorte del Estatut o catalán por parte del Tribunal Constitucional "afectaría negativamente" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En rueda de prensa tras la reunión semanal del Gobierno catalán, Montilla ha hecho este comentario desde la constatación de que el Estatuto es fruto de un pacto político entre Cataluña y las instituciones españolas.
Si este lunes el portavoz del PSC, Miquel Iceta, afirmó que una sentencia muy adversa "sería un golpe muy duro para el presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero", un día después el presidente catalán ha usado una argumentación de fondo similar, aunque la ha expresado con mayor moderación.
Montilla ha afirmado que "cualquier persona que en su momento trabajara para aprobar el Estatuto, cualquiera de los diputados que lo votaron (...) e incluso los ciudadanos que lo ratificaron, se sentirían afectados negativamente (en caso de una sentencia adversa), pero esto es de cajón, no es un gran descubrimiento", ha añadido.
Al margen de este razonamiento, Montilla no se ha movido del guión que ha marcado desde hace meses y ha reiterado que el Estatuto es constitucional y que "no tiene demasiado sentido especular" sobre la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, ya que aún no se conoce ni cuándo se dará a conocer ni su contenido." [LD. 01/09/2009]

Los que no sabemos nada del bodrio somos los españoles de a pie… Montilla y sus secuaces ya saben desde hace tiempo lo que la sentencia va a decir.
Lo saben porque esos jueces de a tanto la sentencia que han puesto en los diferentes tribunales de apelación, les mantienen puntualmente informados.
Si tenemos en cuenta que el censo de votantes de Cataluña es de cinco millones de personas, que la mitad se abstuvo, y que el 30% de los que acudieron a votar, votaron en blanco o en contra… podemos concluir que el Estatuto de Cataluña se aprobó con el respaldo de algo más de un tercio de los catalanes votantes.
Para ser exactos, el voto a favor totalizó 1.881.765 papeletas.
Para hacernos una idea de la magnitud de la cifra, puedo poner como ejemplo que ese número de votos – aproximadamente - es el que obtuvo el PP en Andalucía en las últimas elecciones generales…
Dicho de otro modo, con el apoyo de un número de españoles equivalente a los votantes del PP en Andalucía, la piara nazi-onalista pretende ponerse la Constitución del Reino de España por montera.
Y les oyes decir cosas tales como que lo que hay que hacer es cambiar la Constitución para no tocar el Estatuto… una ley refrendada por quince millones largos de españoles debe cambiarse por voluntad de no llega a dos millones de catalanes… es para partirse el bazo de risa.
Pero el problema de fondo está en algo que ya he comentado en muchas ocasiones, que en España, en nuestra deficiente democracia, el reparto de poder que proporciona la ley electoral es para abrirse las venas en canal.
Si a eso unimos el hecho de que al gobierno de España (marca registrada), España propiamente dicha se la trae al paido y que su preocupación primera y única es mantenerse en el escaño en una defensiva sin idea de retroceso… el estrambote está servido.
La democracia que tenemos en España es una extraña suerte de gobierno en el que las minorías canallas retuercen el brazo al total de la ciudadanía con el beneplácito del "gobierno central"… donde, en definitiva, no llega a dos millones de votantes hacen comulgar con ruedas de molino a los veintisiete millones restantes.
Y en todo esto hay un responsable y un partido político, el responsable es ZP y el partido es el PSOE.
No nos equivoquemos… porque algún día, si esto sigue su curso, habrá que hacer tabula rasa… y – si Dios no lo remedia – será una feroz y sangrienta tabula rasa.
Y habrá responsables que tendrán que rendir cuentas...
¡Ojalá me equivoque!