miércoles, 9 de septiembre de 2009

Justicia, Señor, pero en mi casa no

"El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, ha deseado "lo mejor" al juez Baltasar Garzón, del que ha recordado que tiene una trayectoria "decente" que debe ponerse en valor, ante el trámite que este miércoles tendrá que cumplir al declarar como imputado ante el Tribunal Supremo.
El juez Garzón deberá prestar declaración en relación con la querella por prevaricación que el sindicato Manos Limpias interpuso contra él por su actuación en el caso de las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo."[LD 09/09/2009]

Que de cuando en cuando un juez – si hay caso – se siente en el banquillo, es bueno.
Es bueno por varias razones.
La principal de ellas se basa en la condición humana de los jueces. Como no son espíritus puros, la posibilidad de que en el ejercicio de su profesión cometan graves errores o, lo que es peor, acepten sobornos, tomen decisiones sujetos a chantaje o simplemente prevariquen, existe y no debe ser ignorada por "el sistema".
También podemos entrar en consideraciones más genéricas como aquella que dice que ningún ciudadano se encuentra por encima de la ley… eso es lo mismo que decir que el banquillo espera pacientemente a cualquier ciudadano que se descantille o parezca que se descantilla.
Claro que en España esta última afirmación es mentira.
La ley no alcanza a todos… mister X, por ejemplo, se fue de rositas por el empeño, entre otros, de este juez que hoy ve amanecer frente al estrado.
Porque ser una prima donna de la judicatura – por aquello de creerse especialmente fotogénico - tiene el inconveniente que tus meteduras de pata son tan visibles como tus éxitos.
Sin embargo para que "el sistema" funcione, es preciso que – además - la fiscalía esté por la labor… y convendrán conmigo que no es el caso.
Hace poco comentaba eso de que tus amigos te definen y tus enemigos te honran… un juez con amigos como Alonso no puede ser trigo limpio. Si el compañero de pupitre de Zetapé en vez de alabarlo le atacase ferozmente, cabria de inmediato pensar en su independencia ideológica, su honestidad personal, su inquebrantable deseo de aplicar justicia… pero cuando al juez lo defienden los ladrones, malo.
A mi no me cabe ninguna duda de que Garzón es otro deshecho mas del basurero político en el que vivimos… y le deseo una inhabilitación permanente y, a poder ser, unos añitos a la sombra.
La falta de diligencia en el cumplimiento de su deber en determinados casos y la rapidez con la que actúa en otros (sobre los que carece de competencia), así lo aconsejan.
Que se le escapen los narcotraficantes o que imputados en causas que juzga le paguen jugosos sueldos para que realice estudios en tierras lejanas, son otros hechos a añadir a una larga lista de despropósitos.
Se le puede sentar en el banquillo por muchas cosas, pero sólo se le sienta por un tema de fosas comunes que se abrieron una veintena larga de años antes de que yo naciese (como mucho le caerá una reprimenda por no aplicar el procedimiento administrativo).
No obstante, haré un esfuerzo predictivo y – ojala me equivoque – voy a hacer una sonora afirmación.
No le va a pasar nada.
¿Alguno apuesta?