viernes, 23 de abril de 2010

Intimidación


La maquinaria mediática de la zarrapastra se ha puesto en marcha.
Hacen lo único que saben hacer bien: insultar, amenazar e intimidar.
Quizá exagero un poco, hay otras cosas que la izquierda marxista (disculpen la redundancia) hace a la perfección, o – al menos – así lo ha dejado patente a lo largo del pasado siglo: llenar fosas comunes de adversarios políticos y ciudadanos inocentes.
Y para machacar al Estado de Derecho les ha dado ahora por la Guerra Civil, el franquismo (una cosa que terminó el año que Elena Valenciano cumplía quince), y esa matraca apestosa que tenía que haberse acabado con la caída del telón de acero.
El proceso revolucionario abortado por Franco (vamos a empezar a llamar a las cosas por su nombre) perseguía la instauración de una república socialista de corte stalinista en España. Eso, y no otra cosa, era lo que perseguía el Frente Popular… y lo decían abiertamente en sus periódicos, panfletos y libelos.
El que tenga la suficiente honestidad intelectual para plantearse lo que estoy diciendo, no tiene mas que darse un paseo por las hemerotecas y dedicarse a leer los números de “El Socialista” en los meses previos al alzamiento. De los libelos, panfletos y otras publicaciones “satíricas” (que es como llama la izquierda tradicional a ciscarse en tu madre) ya ni hablemos.
Ahora los señoritingos de la izquierda progre, los apesebrados de la ceja y esa caterva de maleantes que no ha dado un palo al agua en su vida y presumen de defensores del obrero, se han empeñado en volver a revivir el clima que condujo a media España a coger por el gañote a la otra media.
Y son ellos.
Exclusivamente ellos.
Porque los españoles normales, corrientes y decentes están – al día de la fecha - mas callados que en misa y contemplan estas manifestaciones de añoranza de una época que fué, cuando menos, sangrienta, como una barbaridad de la que hay que huir.
Y es que esta generación de analfaburros se han tragado sus propios cuentos. Tantas veces se han repetido que esa peste que asoló a España entre los años 34 y 39 fue una época dorada y gloriosa que se lo han llegado a creer.
Pero con todo, lo peor es que han vuelto a las andadas de la mano del presidente de gobierno (de izquierdas “of course”) más inútil que ha visto España en el último siglo (quitando a Largo Caballero que, aunque era bastante mas culto que el de las cejas puntiagudas – algo por otro lado nada difícil de conseguir-, tenía un punto de Fumanchú como la copa de un pino).
El jefe del gobierno de España (marca registrada) y su alegre pandilla de gamberros de cuota, dedicados en cuerpo y alma a agitar el saco de los ratones...
Mi abuelo hizo la guerra, mi padre no.
Yo, que peino canas, sólo he leído cosas de ella.
Con el tema de la guerra civil y el hace muchos años inexistente franquismo, señores de la izquierda, ¿Por qué no se van de una vez, concretamente, a la mierda?