sábado, 24 de abril de 2010

Ellos son así


Defienden a Garzón, a Castro, al “doctor muerte” de Leganés, a las clínicas abortistas, al Islam… y dicen ser los que en España representan “el progreso”.
Salen por la tele y se les llena la boca de juicios temerarios, de acusaciones falsas, de medias verdades que son mentiras y media, de argumentos para justificar lo injustificable.
En su balanza ética es mas mucho grave que a Camps le regalen media docena de trajes que tener policías dedicados – por orden de sus jefes – a facilitarle a la ETA la huída de los miembros de su red de extorsión.
Llaman accidentes a los asesinatos, hombres de paz a los asesinos, seres vivos (que no humanos) a los españoles en desarrollo, y odian a los que van a misa.
Se resisten a modificar cualquier ley que proteja al ciudadano. En España, delinquir es baratísimo y, si eres menor de edad, prácticamente gratuito.
Les parece muy loable tirar el dinero que usted y yo ganamos con tanto esfuerzo. Lo llaman gasto social y, en ese saco, meten las subvenciones que se dan a si mismos y a cualquier colectivo absurdo, microscópico y a veces criminal, que campee por España.
Se niegan a sacar a la ETA de los ayuntamientos pero son implacables a la hora de retirar un crucifijo o el retrato de un héroe de la guerra de África, porque para ellos, que todo lo ignoran, si lleva uniforme, es franquismo.
No hay actividad mala que no defiendan. No hay delincuente que no comprendan. No hay colectivo antiespañol con el que no simpaticen. No hay norma moral que no ataquen…
Se oponen con entusiasmo a cualquier iniciativa que no salga de sus mezquinos cerebros, son capaces de firmar el pacto del Tinell, se saltan la ley cuando les place e impiden a los ciudadanos ejercitar derechos que reclaman para si mismos.
Y, como la prensa es suya – para colmo - tienen buena prensa.
Con los Sindicatos comprados en las rebajas, los artistas bajo mecenazgo, sus comisarios políticos en las rotativas y en “los medios”, los jueces y la fiscalía a sueldo, el ejercito dedicado a hacer de bombero y la policía absolutamente desmoralizada, tienen a España donde la quieren tener: montada al aire, como los diamantes.
El clan de los corleonesi son hermanitas de la caridad comparadas con estos mangantes.
Son media España (o eso dicen), son nuestra izquierda, son nuestro gobierno.
Hacen de lo que debiera ser una democracia una mala caricatura, y lo hacen con nuestros impuestos.
¡Que ganas tengo de perderlos de vista!