miércoles, 7 de abril de 2010

El cochelétrico

La ultima gansada (espero) de nuestro gobierno es gastarse un dineral en apoyar el coche eléctrico.
Afortunadamente no le ha dado por repartir calzoncillos “boxer” o regalar suricatos del Kalahari… pero denle ustedes tiempo y no pierdan la esperanza.
Porque cuando a un mono se le da una pistola es lo que pasa… y a este simio le hemos dado nuestros impuestos.
Yo no estoy mal ubicado en la sociedad.
Pertenezco a la sufrida y pagana (de pagar) clase media.
No ceno langosta a diario pero no me falta el pan… y les aseguro que – ni con la ayuda del gobierno – estoy en condiciones de comprarme un coche eléctrico.
Tampoco me parece serio que se invierta en estas cosas cuando los garbanzos escasean y la cifra de parados empieza a acercarse al número de personas que irán a votar en los próximos comicios.
Pero Jose Luis va a lo suyo que – dicho sea de paso – nada tiene que ver con lo nuestro.
Yo sospecho (por mi natural malévolo) que detrás de esta tancretada cantinflesca se esconde la intención de apretarse unos cuantos convolutos, de gurtelear un poco, de filesear por soleares… y digo esto por tres razones:
  1. Porque lo de apoyar al coche eléctrico es una gilipollez (con perdón) que maldita falta hace
  2. Porque el “apoyo” es con mi dinero (y el suyo)
  3. Porque sale carísimo.
Y cuando una cosa no tiene demanda social, sale carisima y sale del erario público es una socialistada como la copa de un pino.
¿O no?