viernes, 31 de julio de 2009

Sangre española

Ha sido en Calviá. Una de esas "bombas lapa" que financiamos los españoles con el dinero que gestionan los ayuntamientos de ANV ha terminado con la vida de dos españoles.
La intervención de la Providencia - no hay otra explicación - evitó que ayer se produjése "un accidente" (ZP dixit) similar al de la T4, pero con medio centenar de muertos.
Hoy los asesinos de siempre, los que llevan a la práctica el marxismo de toda la vida, los "hombres de paz" (ZP dixit), han arrebatado la vida a dos valientes cuya vocación - porque esto es una vocación y lo demas son cuentos - era servir a España y a los españoles haciendo un trabajo duro y mal pagado.
Misión cumplida.
Las alimañas han derramado sangre inocente una vez mas para mantener vivo el fuego de no se que asquerosa, incomprensible e injustificada lucha.
Son asesinos, sólo eso. Nada hay de "gudari" en estos cobardes.
El abismo moral que sepára a los asesinos de los asesinados es de una magnitud sobrecogedora.
Ahora vendrá otra vez lo de siempre... sólo que ya no nos lo creemos.
España, probablemente, si que se merecía un gobierno que le mintiese, y tenemos uno que no ha dicho una verdad en siete años.
Ahora nos contarán otra vez lo de la agonía de la ETA (mientras negocian de tapadillo para que no pongan mas bombas).
Si hay algo que tengo claro es que a ZP y a su gobierno de cuotas, cuando los aprietan, ceden. Lo han demostrado tantas veces y en tantos temas que pretender que en España hay algo parecido a un sistema de gobierno es un chiste fácil.
Nuestros políticos sólo permanecen inalterables ante la virtud. Son impermeables a ella.
Como ciudadano, desearía sentirme orgulloso del comportamiento de mis representantes... pero eso -hoy en día - en imposible.
Si me llena de orgullo en cambio, ver que aún tenemos jóvenes dispuestos a entregar sus vidas generosamente por la Patria común de los pocos españoles que vamos quedando. Lo absurdo de sus muertes no resta ni un ápice de heroismo a sus vidas.
Y a todos y a cada uno de sus asesinos les digo lo de Marquina:

"... No tenga quien le perdone,
ni en tierra santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni la mano de un buen hijo,
para cerrarle los ojos."

Son mierda y en mierda se convertirán.