domingo, 12 de julio de 2009

Miguel Ángel

Un día como hoy, hace unos cuantos años, mataron a Miguel Ángel Blanco Garrido.
La historia fue más o menos como sigue: La ETA secuestró a un muchacho que era concejal del PP en Ermua. Acto seguido exigió del gobierno el acercamiento de los presos de la banda a cárceles vascas, dando un plazo de 48 horas para matar a Miguel Ángel si no se cumplían sus exigencias.
En esas 48 horas se produjeron manifestaciones multitudinarias en toda España pidiendo la liberación de Miguel Ángel… pero no sirvió para nada (cosa que por otra parte era de esperar) pues, al no ceder el gobierno al chantaje, los etarras asesinaron al concejal .
Creo recordar que hubo mas manifestaciones multitudinarias de "repulsa" a la ETA… (las hemerotecas dan cumplido testimonio de ello) y se formó una cosa que se llamó el "espíritu de Ermua" para mantener viva la llama del recuerdo de la indignación y la impotencia que, ese 13 de julio de 1997, cruzó España de Norte a Sur.
Para aquel entonces yo ya había ido a unos cuantos funerales.
A algunos me llevó mi padre, a otros fui sólo… siempre se enterraba a un español que había caído bajo la irracional furia de estos asesinos.
Pero no vi manifestaciones en ninguno de ellos.
Un reducido grupo de personas nos reuníamos a rezar por el alma del asesinado y tratábamos de dar algo de consuelo (si era eso posible) a su viuda y sus huérfanos.
La sociedad no reaccionaba. La ETA sólo mataba militares, policías y guardia civiles. De cuando en cuando sus actividades producían algún "daño colateral" (uno que pasaba por ahí) o se apiolaban a un periodista… pero mayoritariamente, los muertos, llevaban uniforme.
Se producían "enérgicas condenas" en las bocas de nuestra siempre infame clase política, y para el resto de los españoles eso de que la ETA asesinase, era como el parte de accidentes de tráfico de un fin de semana de puente… costumbre.
Asistí a la manifestación en la que se exigía a la ETA que liberase a Miguel Ángel… lo hice con el convencimiento de que no serviría para nada, pero fui… por mi, que no quede.
A la que se produjo después de su muerte no.
Y no fui porque estaba indignado con mis conciudadanos… ¿Dónde estabais, españoles, cuando aquellos que juraron verter su sangre por España cumplían su palabra?, ¿Por qué no os vi en ninguno de aquellos dolorosos y minoritarios funerales?, ¿Dónde estaban las manitas blancas?, ¿Dónde la indignación popular?, ¿Dónde?...
Con el paso del tiempo, muchos de los que fueron a esas manifestaciones, apoyaron esa basura que nuestro gobierno llamó pomposamente "proceso de paz"… y que no era otra cosa que pagar tributo a los asesinos de Miguel Ángel, ceder al chantaje con efecto retroactivo... Otegui "hombre de paz"... ¡dejenme que me ría!.
Hoy, la ETA sigue en nuestros ayuntamientos… hasta los tribunales europeos han dicho que eso no debería ser posible, pero siguen ahí, comprando con nuestro dinero las bombas lapas que ponen sus cachorros, justificando cualquier atrocidad, oponiendose a otra paz que no sea la de las tumbas.
Hoy, todos los fines de semana, los trogloditas de siempre se dedican a lanzar cócteles molotov contra algún objeto inanimado, o a quemar un autobús dando apenas tiempo a que los pasajeros se bajen de él…
Hoy, cuando se dice que se está luchando contra la ETA con toda el peso de la ley, se producen acercamientos de presos a cárceles vascas… de tapadillo, pero más que nunca.
Hoy, no ha cambiado nada… porque nadie ha querido que eso suceda.
¿Desapareció la Baader-Meinhof?, ¿Desaparecieron las Brigadas Rojas?...
Y la ETA, ¿Desaparecerá alguna vez?
La pregunta del millón tiene respuesta: No, mientras no hagamos lo que hay que hacer.
¿Sabe usted lo que hay que hacer?
Yo si.
Y usted también. ¿verdad?