sábado, 27 de febrero de 2010

¿Entre todos?

Simplificar es necesario.
Los problemas, en cuanto se empiezan a analizar, contienen tantas variables que el propio análisis puede convertirse en un problema.
Esto los físicos lo saben bien, y al tratar de explicar mediante el uso de las matemáticas los fenómenos que se producen a nuestro alrededor, tienden a fijar condiciones de observación o a usar constantes que simplifican el cálculo.
Así, las “condiciones estándar” permiten predecir con exactitud el movimiento de los proyectiles… aunque la atmósfera estándar (1 atm de presión) y la temperatura estándar (20ºC) se den - simultáneamente - en contadas ocasiones.
Cuando analizamos los problemas que sufrimos en España es frecuente ver razonamientos puramente económicos. El materialismo histórico, sin ir más lejos, no deja de ser un análisis de la historia en términos puramente económicos.
Pero como el objeto principal de la historia es el hombre, y para nuestra desgracia, el ser humano es en si mismo un sistema físico extremadamente complejo, reducir los problemas que nos aquejan como sociedad (conjunto de hombres) al uso de variables económicas, supone, cuando menos, obtener una visión muy sesgada de lo que pasa.
Del mismo modo que el dinero no hace feliz al hombre, la bonanza económica no hace buena a una sociedad… de hecho, nos hemos beneficiado de una etapa de riqueza sin precedentes y hemos generado una sociedad que me atrevo a calificar de abyecta.
Hemos generado una sociedad capaz de permanecer impávida ante el genocidio que se nos avecina con la ley de plazos del aborto, una sociedad en la que nuestros políticos roban a manos llenas, haciéndolo, para colmo, en la mas absoluta de las impunidades, en la que nuestros jueces vulneran la ley que deben hacer cumplir, donde la subvención es un objetivo en vez de ser una ayuda, donde a los profesores de instituto hay que nombrarlos “agentes de la autoridad” para que sus alumnos los respeten…
Hay montones de ejemplos y seguro que a usted se le ocurren unos cuantos, porque, como decía ayer, esto no hay quien lo baraje.
Los deficientes morales que nos gobiernan van a exigirnos ahora sacrificios… han sacado esa campaña publicitaria ruborizante en la que un subconjunto de privilegiados, nos piden a la chusma que arrimemos el hombro.
En otras circunstancias de salud moral, esa campaña no hubiese sido necesaria.
Yo no quiero arrimar el hombro. Y lo digo – mire usted – haciendo un alarde de patriotismo, porque sacrificarse para mantener un país de chorizos, y zánganos no tiene justificación.
Subirán mis impuestos y no me quedará otra que pagarlos… pero a partir de ahora me propongo mirar mi presupuesto con lupa para evitar darle a este gobierno de idiotas un céntimo mas de lo estrictamente legal.
Y al PP, que vive siempre entre la necesidad de atender a su electorado y la tentación de no hacerlo, le pido que se deje de macro y microeconomías y se vuelque de lleno en rectificar las pifias que – entre otras cosas – ha permitido su laxitud como oposición.
Quiero que España sea una Nación (indiscutible) con un Estado (indiscutible).
Quiero que todo aquél que no quiera pertenecer a España coja un avión a otro país que se adapte más a sus gustos.
Quiero que se deroguen las leyes que permiten asesinar a españoles pequeñitos.
Quiero que se acabe radicalmente, con todo el peso de la ley, con la ETA y sus colaboradores… quiero ver las cárceles llenas de mafiosos vascos.
Quiero que se respete a los cristianos que, al fin y al cabo, somos los que hemos montado el chiringuito que da de comer a los anormales que quieren echarlo abajo.
Quiero que seamos aliados de países decentes donde se respeten (o al menos se intente respetar) los derechos humanos. Cuba, Venezuela e Irán no son el caso.
Quiero que se respete mi himno nacional y al Rey de España… no porque se lo merezca, sino porque es el Rey… y si se pita a ambos, que se suspenda el partido.
Quiero que los criminales menores de dieciocho años tengan también su cárcel y reciban un castigo… porque lo de la reinserción es secundario frente a la seguridad de las personas decentes.
Mi carta a los Reyes magos es mucho mas larga… pero no voy a aburrirles.
Señores políticos, si arreglan estas cosas, lo demás vendrá sólo, porque los españoles sabemos sacrificarnos (sobre todo cuando no hay otra) pero la responsabilidad que ponemos en sus manos con nuestro sacrificio es enorme.
A ver si se enteran de una vez.