martes, 17 de noviembre de 2009

No hacen falta alforjas...

"El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado la liberación, tras 47 días de secuestro, del pesquero "Alakrana", que, según ha dicho, navega ahora "libremente" con toda su tripulación sana y salva. El Gobierno habría pagado un rescate que asciende a los 2,3 millones de euros." [LD. 17/11/2009]

Después de cuarenta y siete días de marear la perdiz y someter a la tripulación del Alakrana a una experiencia que les marcará para lo que les queda de vida, el gobierno (por llamarlo algo) de Jose Luis ha accedido a pagar el rescate.
Queda pendiente el paripé de la devolución de los piratas porque están haciendo como que en España hay un Estado de Derecho en el que el poder judicial y el ejecutivo están separados, algo que a estas alturas nadie con tres neuronas es capaz de sostener.
No se como lo revestirán, yo les propongo la extradición que, al fin y al cabo es algo un poco más digno que un indulto o un tercer grado penitenciario a cumplir en Somalia.
De lo que estoy seguro, pero seguro, es de que han cedido a todas y cada una de las exigencias de los piratas…
¿Y porqué digo esto?, porque desde que Zetapé llegó al poder a través de ese atentado que está por esclarecer, el único colectivo contra el que el gobierno se ha mostrado fuerte, es el formado por la Conferencia Episcopal y los que van a misa los domingos.
Ante los delincuentes, los separatistas, los terroristas, las minorías canallas, los menores con capacidad de cometer asesinatos, los musulmanes descerebrados, los ejecutores de nascituri y cualquiera otro colectivo molesto que a ustedes se les ocurra mencionar, Zapo y sus muchachos han cedido.
Su incompetencia en todos los ámbitos de la vida pública y la tenacidad que han demostrado por dividir España y enfrentar a los españoles, está dando unos frutos espectaculares que están a la vista de todos… y como van a seguir estando a la vista durante unos cuantos años, albergo la esperanza de que hasta los ciegos voluntarios acaben viéndolos.
Ahora nos contarán aquello de que las negociaciones han sido complicadísimas…
Para ceder al final – como todos sabíamos desde el primer día – y pagar el rescate… ¿Era preciso hacer pasar a los marineros del Alakrana cuarenta y siete días en un infierno?