domingo, 8 de noviembre de 2009

Lo tienes claro, Mariano...

"Un nuevo sondeo, esta vez de El Mundo, cifra, como hizo el CIS, en algo más de tres puntos la distancia entre PP y PSOE. Desde las pasadas elecciones, el PSOE habría caído 4,5 puntos y el PP ganaría 2,7. Uno de los grandes beneficiados sería UPyD, que doblaría sus votos." [LD 08/11/2009]


Es cierto… el PP se acerca cada día mas al PSOE.
Y no sólo en intención de voto, también en postulados.
Economías aparte, donde cabe darle un voto de confianza al PP, no tanto por como lo hizo Aznar, sino por lo mal que lo está haciendo Zapatero, ideológicamente el PP empieza a moverse en la zona muerta.
Y cuando a uno le gusta el agua clara y el chocolate espeso, estas cosas le causan cierta desazón.
En otros tiempos, antes de que el PSOE se echase al monte, el "centro" podía ser una opción política.
Era – que duda cabe – una opción política acomplejada… UCD se constituyó en España con los restos de naufragio del Movimiento y con demócratas de toda la vida desde ayer por la tarde.
Fernando Vizcaíno Casas, en relación a este fenómeno, escribió una novela estupenda (algo corrosiva) que se llamaba "De camisa vieja a chaqueta nueva" donde describía con la genialidad que le acompañó hasta su muerte, este tipo de individuo de la naciente "transición" que no estaba dispuesto a apearse de la poltrona o firmememente decidido a subirse a ella, a cualquier precio… el precio, claro está, era la renuncia a todo lo que hasta la fecha había estado defendiendo de forma maniquea.
Por poner un ejemplo gracioso, puedo decir que "La Guardia de Franco" de Barcelona se pasó en bloque a la UCD… y no lo digo por referencias, conocí a algunos de ellos.
Como yo por aquel entonces era un post-adolescente, me sucedía lo mismo que me sucede ahora, que no me entraba en la cabeza…
Ser "de centro" significaba ser "moderado"… y todo el mundo se apuntaba a ello.
Era una postura cómoda, pero como tal, carente de dogma, norte, programa y, lo que es peor, de ideología. Nada es tan grande que quepa todo en ello.
De alguna manera la UCD fue el pragmatismo llevado a la vida pública… y acabó como tenía que acabar, pero llevándose puesta a una buena parte de la derecha.
En la UCD había de todo, pero vivía en una sociedad que gustaba – aún – de guardar las formas. De este modo, sobre todo al principio, algunos buenos políticos formaron parte de sus filas (el tiempo justo para darse cuenta hacia donde se movía la clase política en España).
La corrupción entró en España con la UCD… se hizo mayor de edad con Felipe González y alcanza hoy, con Zapatero cotas escandalosas.
He obviado deliberadamente la época de Aznar no porque en ella no hubiese corrupción, que la había, sino porque el efecto de la bonanza económica la repartió por el pueblo español a partes iguales…
Aznar, al hacer que en España circulase el dinero consiguió acrecentar el numero de materialistas militantes, de coleccionistas de dinero negro, de especuladores del suelo (asignatura de la que el PSOE era catedrático), y de conductores de todoterreno por metro cuadrado hasta niveles que hacen – si cabe – mas insoportable esta crisis.
Con el paso del tiempo UCD desapareció y no he vuelto a verla hasta que Mariano Rajoy se ha empeñado en resucitarla.
Creo que no será posible un "centro" en España porque nuestra amada Patria es ya un país de izquierdas… ateo, amoral, analfabeto, vicioso… el caldo de cultivo ideal para que Zapateros y Bibianas se perpetúen en el poder.
Hoy, mas que nunca, es preciso librar en España un combate ideológico… es preciso enfrentar ideas y valores a esa nada absoluta que nos presentan como columna vertebral de la sociedad.
Y eso no se hace jugando al consentidor.
Lo siento, Mariano, es así… de modo que o espabilas o lo vas a tener claro.