miércoles, 11 de noviembre de 2009

Invirtiendo en el futuro

Cuando yo era pequeño me enseñáron que una diferencia esencial entre el hombre y las bestias, no sé si la mas importante, pero desde luego la mas llamativa, era la capacidad que tenía el hombre de controlar sus instintos...
Así, el hombre con fundamento científico, de mas de catorce semanas (para que me entiendan algunas miembras de nuestra sociedad), era capaz de mostrar un comportamiento ajeno al que el instinto – de no mediar el pensamiento - le marcaría.
Esto permitía al hombre (en pleno siglo XV) subirse a un barco y meterse entre pecho y espalda seis meses de travesía incierta o cruzar, por ejemplo, el cabo de Buena Esperanza un día de esos que las aguas están agitadillas... también le permitía bloquear el paso de las Termópilas o arrojarse contra los cañones rusos de Balaklava... cosas todas ellas que ningún animal como Dios manda haría por voluntad propia.
Esas cosas ahora están anticuadas... el hombre moderno, evolucionado, progresista y talentoso ha conseguido centrar la generación de pensamiento no en el cerebro, sino en las gónadas.
Es un paso de gigante para la humanidad, pues podría darse en un hombre la muerte cerebral y no pasar absolutamente nada... porque como dice la campaña “si tu vida sexual está bien, lo demás no importa”.
En Extremadura se lo han tomado en serio y se han lanzado a gastar nuestros impuestos en enseñar a los niños a masturbarse en una campaña escolar denominada “el placer está en tu mano”.
No hace demasiado tiempo y todavía hoy en muchos paises normales (entendiendo por normalidad aquellos paises donde los imbéciles que nos mandan son minoría), a un profesor que se dedicase a impartir estos conocimientos lo meterían en la carcel por corrupción de menores, pederastia o vaya usted a saber que otro delito contra la salud pública.
Dice tambien muy poco de los extremeños (convendrán en ello conmigo) que tengan que enseñarles en el colegio algo que los demás niños del mundo descubren por si sólos o hablando con los amigos... ¿tan tontos son?
No, no lo creo... los extremeños no son tontos en absoluto, los que rozan la subnormalidad son los progres españoles.
Cuando la preocupación de un pedagogo es la que manifiestan estos anormales con semejantes campañas, lo que cabe pedir a nuestros gobernantes es que se gasten el dinero de nuestros impuestos en llevarlos al psiquiatra...
No fueron capaces de leerse “Das Kapital”, pero el “Kamasutra” - que también empieza por “k”, se lo saben de memoria, quizá porque tiene poca letra y muchos dibujitos.
Entra dentro de lo posible que si algún jiliprogre es capaz de leer este artículo y entender lo que pongo en él (algo que nunca está asegurado), me tache de retrógrado, reprimido, facha o cualquier otro calificativo de entre las trescientas setenta y dos palabras que son capaces de articular... eso lo entiendo, lo que no acabo de entender es que el progreso consista en salir sin bragas a la calle.