domingo, 21 de marzo de 2010

Y dale con la matraca...

Cuando el tonto de turno de la Unión Européa (convergente planetario donde los haya) empezó a negociar con ETA, fuimos muchos los que dijimos que con esta partida de bastardos no se podía negociar.
Y no se podía negociar por dos razones: la primera es que la única actividad que puede desarrollarse en una sociedad decente con estos asesinos y sus cómplices, es meterlos en la cárcel, y la segunda es que una negociación exige la disponibilidad de las dos partes a realizar concesiones.
ETA no está dispuesta a realizar concesiones.
Ninguna.
Ellos quieren lo que quieren y no se van a bajar del burro así los maten.
Pretender que se puede sentar sobre esta base una negociación, es digno de la miserable, estulta y mentirosa clase política que gobierna esta cleptocrácia que llamamos España.
Hoy el diario GARA vuelve a publicar (sin que les precinten las rotativas) un nuevo comunicado de ETA en el que recuerda a Rubalcaba que es lo que tiene que hacer… literalmente dice: “Rubalcaba sabe muy bien que hoy, como ayer, la única vía es reconocer Euskal Herria.”
Eso lo sabe usted, lo sé yo y lo sabe cualquiera que no sea tonto de baba, por ende la negociación con estos asesinos (si no estás dispuesto a concederles lo que piden) sobra.
Desde que Zapatero subió al poder aupado por el mayor crimen (sin esclarecer) que se ha cometido en España en el último siglo (Paracuellos aparte), nos hemos visto sometidos a una dictadura desinformativa en la que ninguna cosa que sucediese en España, era comunicada con la honestidad que debería exigirse a un periodista.
El sexto poder, con Polancos y Roures a la cabeza, nos han estado cantando milongas acerca de “procesos de paz” que no eran tales y que permitían a ETA robar pistolas con las que matar gendarmes.
Ahora vuelven a las andadas porque Zapatero I “El pirómano”, no tiene mas ases en la manga para jugar… ha perdido tontamente nuestro erario a golpe de farol y ahora juega de boquilla, empeñando nuestra economía para los próximos veinte años.
La chistera está vacía, se han escapado los conejos… sólo le queda la “pacificación” de las vascongadas.
Pero la paz que persigue Zapatero, que es la paz de los marxistas, es la de los cementerios. Negociar, sin necesidad, sin motivo, como todo lo que hacen estos anormales, una rendición…
Señor Zapatero: ¡Deje el gobierno!, convoque elecciones y retírese a Santo Domingo o a Venezuela (con los demás simios)… los españoles estamos de usted hasta donde dijimos (incluso los ilusos que le votan).