miércoles, 30 de octubre de 2019

Encuestas

Sigo con interés las encuestas electorales.
Soy consciente de que, por si mismas, significan poco, pero si las contemplas a lo largo del tiempo puedes ir perfilando una tendencia.
Los acontecimientos - en efecto - mueven el voto, de ahí que estemos viendo como la izquierda mediática hace lo posible por blanquear a los separatistas catalanes (esa gente de paz que usted y yo sabemos) y mantener las cortinas de humo del Valle de los Caídos a todo trapo.
Exhumado Franco, ahora le toca al Prior... porque la izquierda - para poder conciliar el sueño - necesita odiar, calumniar, denigrar e insultar a alguien. Es fisiológico, no los culpen de ello.
Sin embargo, soy de la creencia de que el voto pasa antes a la abstención que al cambio de signo.
La izquierda vota a "las izquierdas" eligiendo entre el PSOE y Podemos que, básicamente son lo mismo. En los grandes asuntos, PSOE y Podemos están plenamente de acuerdo, el PSOE recauda el voto cínico del progre acomodado y Podemos el voto sañudo de los "haters" neuroalterados... entre los dos abarcan todo el voto, pues la izquierda no tiene una ultraizquierda de la que querer distinguirse.
En el otro lado pasa un poco lo mismo.
Una pequeña parte del voto de Ciudadanos puede venir del desencanto que ha producido la deriva montaraz del PSOE de Sánchez, pero de quien ha recogido voto en las pasadas elecciones es del PP.
El voto de la "derecha" que quiere ser "centro", se mueve entre estos dos partidos... Vox es rancho aparte, porque su voto no se mueve.
No es del todo cierto que Vox le quite voto al PP, lo que le quita Vox al PP es su voto cautivo, el voto útil, ese voto que caía en el PP porque no había otro a quien votar... y a día de hoy moviliza mucho voto entre los que llevaban sin votar unos cuantos lustros.
La tendencia es a que el PSOE y Podemos bajen un poco, PP suba bastante, Ciudadanos parece que va camino del batacazo (su voto retorna al PP), Vox crece y Mas País irrumpe con unos cuantos diputados... los separatistas mantienen su voto y los proetarras también.
La caída de la izquierda se podría achacar (principalmente) al aumento de la abstención, no a que sus votantes cambien de signo.
De modo que volveremos a un empate técnico entre izquierdas y derechas... habiendose - eso si - alterado un poco los porcentajes en la distribución.
No sé que maravillas veremos de aquí al 10N.
Con Pedro Sánchez dispuesto a todo para mantener el Falcon, las televisiones públicas en manos de los bolivarianos y las cadenas privadas a sueldo de la secta "progre", la campaña se presenta calentita.
Mi recomendación es que enciendan la tele lo menos posible.
Si tienen dudas de a quien votar lean los programas electorales... sean conscientes de que no se van a poder cumplir, pero al menos les dirán por donde van los tiros.
En las elecciones pasadas sucedieron cosas bastante raras (les remito a esta entrada de mi blog por si quieren leerla) y espero que en esta nueva entrega no se repitan. Las sospechas de fraude electoral en el 28A han sido lo suficientemente fundamentadas como para que una querella haya sido admitida a trámite y se esté investigando el asunto... ya veremos en que acaba, pero esto es la primera vez que pasa en España con unas elecciones (hasta donde me alcanza la memoria).
Personalmente me fío muy poco de Pedro Sánchez... sobre todo por el respeto que manifiesta hacia las reglas del juego democrático y el personal que ha ido poniendo en los puestos clave.
¿Quiere un ejemplo?: Tezanos.
¿Hace falta que le dé otro?