lunes, 14 de diciembre de 2009

Antifranquistas

Cuando nací a la política, Franco estaba agonizando.
Yo era entonces un adolescente y mentiría si, como hacen muchos otros, dijese que pasé una parte de mi vida luchando contra el franquismo.
Y digo que mentiría porque al igual que muchos de los que se engalanan con medallas de antifranquista, no hice absolutamente nada para acabar con "el régimen"… cierto es que con catorce o quince años se puede luchar poco, pero es que hay muchos que por haber dado dos carreras delante de los "grises" ya se consideran poco menos que partisanos.
Del PSOE ninguno, porque contrariamente a lo que han tratado de enseñarnos a toda costa, en la lucha contra Franco el PSOE ni estaba ni se le esperaba. Simplemente no existía.
Había una oposición comunista, pero eran muy poquitos… y luchaban en la clandestinidad.
El común de la sociedad podía pensar de Franco lo que quisiese, pero les aseguro que no se atrevían a manifestarlo… y muchos de los "líderes" de nuestra izquierda, no sólo no ejercieron de oposición, sino que crecieron acunados por la pertenencia a familias de "patricios" del régimen (tal es el caso, por ejemplo de la "fashionaria").
Entre los periodistas hay muchos que consideran que haber padecido la censura de algún artículo los convierte en represaliados y les da derecho a repartir los carnets de demócrata… pero lo mas gracioso de esto es que algunos de ellos escriben ahora en medios "reaccionarios" y pasan la mayor parte de su tiempo criticando lo que antaño defendieron fervorosamente.
Me resulta muy llamativo que en España, para criticar a la izquierda, hay que haber sido antes de izquierdas… sin un pasado marxista no se puede criticar a Zapatero y su gobierno de inútiles, porque estás "deslegitimado" por tus orígenes "fachas".
Y eso lo asume la derecha con una naturalidad que espanta.
Los escritores que proceden de la izquierda marxista tienen la ventaja de que conocen el percal a fondo y, además, no se han librado de la mala leche que mamaron en las células donde les adoctrinaban… eso hace de ellos plumas feroces, lenguas afiladas y, en definitiva, enemigos temibles.
Al final, hasta para poder ser liberal, hay que haber pasado por el materialismo histórico… y además manifestarlo continuamente, pues si no reniegas de Franco tres veces al día, pierdes legitimidad.
Poco a poco consiguen que no se puedan decir cosas tales como que Franco cogió una España en ruinas y dejó una "cosa" capaz de realizar una "transición democrática" sin sumirse en un baño de sangre, con una clase media enorme, una increíble movilidad social basada en el mérito, una Seguridad Social funcionando que daba gusto y unas cifras de paro próximas al cero por ciento… una verdad incómoda.
Para mi padre el "poder" fue Franco… en mi juventud la dictadura la ejerció Jordi Pujol.
No puedo hablar mal de Franco, pero para Jordi Pujol y los alegres amigos de Millet, no me sale un adjetivo bueno.
Y les ruego que me perdonen, pero les aseguro que nunca luche contra Franco.
Ni Zapatero tampoco.