lunes, 2 de marzo de 2020

Mientras no pasa nada...

Recibí ayer de un amigo (a través de una de esas aplicaciones de mensajería instantánea) uno de esos mensajes que te hacen caer en la cuenta de hasta que punto vivimos en una sociedad adormecida, insensible, corrompida hasta el alma...
El mensaje enumeraba los escándalos que hemos pasado por alto desde que el PSOE, con el apoyo de los siervos de las narco-dictaduras y sus amigos filoterroristas se han hecho con el poder.
¿Que ha pasado? - se preguntaba - con el caso de los encapuchados de la embajada en Bolivia, con las maletas de Delcy y su presencia (ilegal) en Europa, con la purga en la Fiscalía y la Abogacía del Estado, con las excarcelaciones encubiertas de los golpistas, con las niñas prostituidas en Baleares, con la sentencia de los ERE falsos, con la "tesis" del doctor fraude, con el dinero de los cursos de formación para parados que se repartieron socialistas y sindicalistas, con las colocaciones masivas de novios, maridos, amigos y parientes, con la financiación ilegal de Podemos (y el enriquecimiento de miembros del PSOE) a base de dinero procedente de las narco-dictaduras sudamericanas, con el incumplimiento de la ley en Cataluña...
Prácticamente cualquiera de los escándalos citados podría dar al traste con un gobierno, pero en España, por desgracia, no pasa nada.
Cualquiera de estos escándalos se habría convertido en un filón inagotable de estigmatización para el PP, pero la izquierda, con el control de los medios de comunicación, sale ilesa.
Menos mal que Vox se ha tirado al charco de presentar algunas denuncias y querellas... así, cuando todos estos escándalos formen parte de la "historia reciente", dentro de los plazos atemporales de la justicia en España, algún magistrado con vergüenza ajena condenará a cárcel y multas a responsables  del PSOE o de Podemos sin que - nuevamente - le pase factura a la izquierda una sentencia.
Seguirán mintiendo, robando, prevaricando, traicionando a España, soslayando los límites de la ley y adormeciendo a la población hasta que - sin darnos cuenta - seamos Venezuela.
¿Quieren un ejemplo?
Llevamos diez días sumidos en el coronavirus mientras en la mesa de la ignonímia, los enemigos de España, con el partido traidor, pactan la destrucción de nuestra Nación...
Al coronavirus le seguirá otra cosa, y a esa otra más... y de cortina de humo en cortina de humo, cuando la niebla se disipe, España será un erial.
Y tendremos lo que nos hemos merecido como sociedad, si es que se puede llamar sociedad a esta sopa insípida de harina sin fermentar.
Prepárense para una resistencia numantina.
No porque la deseemos, sino porque no nos va a quedar otra.
Al fin y al cabo - como gustan decir estos hipócritas - es mejor morir de pie que vivir de rodillas.