lunes, 24 de febrero de 2020

Una lucha injusta

En el maravilloso mundo de la izquierda española todo es posible, todo es justificable, todo está bien siempre y cuando les favorezca. Vivir ajenos a cualquier principio moral, es justo reconocerlo, tiene enormes ventajas.
En España, y en el mundo libre en general, disfrutamos de una izquierda que se enfrenta histéricamente a la pena de muerte o a la prisión permanente, pero no se anda con chiquitas cuando se trata de matar inocentes "nascituri" o ancianos indefensos. No quieren muerte para el criminal confeso pero la defienden para los más débiles de la sociedad.
Son muy abiertos con el sexo en todas sus formas y perversiones. Defienden cualquier desviación como algo "tolerable" e incluso se meten en las escuelas a sembrar confusión en las cabezas de nuestros hijos… pero cuando se trata de defender a las niñas tuteladas por el Estado de las redes de prostitución de Baleares y Levante, miran para otro lado. Como si no fuera con ellos.
No asumen ninguna responsabilidad.
Roban a manos llenas perpetrado los escándalos económicos mas abultados de Europa (los ERE, el caso EDU, las cuentas de dinero venezolano en paraísos fiscales, el saqueo de los fondos reservados…) pero miran a los españoles por encima del hombro y hablan de honradez y transparencia.
Acceden al poder mintiendo a los españoles ("jamás pactaré con Podemos y los independentistas"), multiplican el gasto en una economía endeudada e inestable, ahuyentan la inversión, fomentan la "okupación", defienden a los "manteros", favorecen la inmigración ilegal subvencionándola generosamente, defienden a todos menos a los que tienen que proteger.
No tienen mas ideología que el odio feroz a "las derechas", entendiendo por "derechas" a todo aquel que desee vivir en un país tolerante, ordenado, respetuosos con las creencias ajenas, económicamente estable, centrado en su propio progreso… y cuando se les pide explicaciones sobre sus responsabilidades se arropan en groserías e insultos.
En sus manos las sociedades se arruinan y se enfrentan. Viven de generar el caos porque la miseria les favorece. La miseria produce odio y el odio votos para la izquierda.
El único progreso posible en manos de la izquierda es el progreso económico de sus clases dirigentes… porque en el maravilloso mundo de la izquierda española, se puede ser proletario y tener cuentas millonarias en Suiza. Al fin y al cabo, al que los vota le da igual… mientras manden ellos, todo está bien.
Boxeamos con una mano atada a la espalda… porque ganar a las cartas a un trilero es imposible.
Prepárense para la aniquilación social… porque van a intentarlo con todas sus fuerzas.
Cada vez estoy mas convencido - y a las pruebas me remito - de que si por ellos fuera, nos obligarían bordar estrellas de David en la chaqueta.
Tener razón, ser coherente con uno mismo y honesto con los demás tiene su precio... y no les quepa duda que vamos a tener que pagarlo.
Pero hay que mantener la llama ardiendo a toda costa, porque el tiempo termina poniendo a cada uno en su sitio, y al contrario que la izquierda, nuestras miras no están en mañana... se alzan hasta la eternidad.