domingo, 8 de octubre de 2017

Algunos centenares de manifestastes

El relato será como sigue:

"Algunos centenares de manifestantes recorrieron las calles de Barcelona el Domingo.
Eran pocos, eran fachas y les pagaba Rajoy... de hecho, catalanes, lo que se dice catalanes, casi no había ninguno.
Luego llegaron los oradores a pedir perdón por manifestarse y  a expresar su apoyo a la Generalitat.
En comparación con la manifestación de las camisetas blancas, la manifestación de la vía Laietana  era irrelevante."

Es un chiste, claro.
La manifestación ha sido impresionante por varios motivos, pero - sobre todo - por haber reunido a los silentes, los oprimidos, los eternamente vejados por el nazismo catalán.
Han faltado a ella los sacos de mierda de las camisetas blancas, los que apoyan dictaduras venezolanas y cubanas, los financiados por Irán y por el 3%, los enemigos declarados de todo lo que suene a España, los que apoyan cualquier desmán... los sacos de mierda.
Tampoco han ido los odiadores profesionales, los chulos de la barraca separatista, los curas trastornados, los huelesobacos de la CUP.
Allí solo había gente harta.
Gente harta de ver sus derechos conculcados en aras de la convivencia pacífica, de ver como los sucesivos gobiernos españoles, Aznar incluido, los abandonaban a su suerte, gente - en fin - que llevados al extremo, sin que el cuerpo se lo pida, se han visto obligados a salir.
Ahora, los "mierdos de comunicación" empezarán su campaña de afeamiento.
El pozo de alimañas mercenarias en que se ha convertido el Cuarto Poder, empezará a relatar lo ocurrido de otra forma, a manosear las estadísticas, a pontificar sobre la legitimidad... un relato en el que las víctimas - como es usual - se convierten en los verdugos. Saben hacerlo muy bien porque llevan años ensuciando España con sus artículos biliares, con su vileza y su sectarismo.
Pero lo que yo he visto hoy, me lo llevaré a la tumba.
Hoy España ha desfilado por Barcelona... y lo ha hecho sin quemar un cajero, asaltar un supermercado, llenar de basura las calles, pintar las paredes... como personas, como ciudadanos ejemplares que son, como "demócratas", pidiendo respeto. Igualito que los matones de las esteladas.
Espero que en las próximas elecciones se note lo que hoy ha pasado.
Espero que los biznietos de puta que llevan treinta años fraccionando Cataluña se vayan a sus casas a disfrutar de sus pensiones, que algunos de ellos empiecen a entrar en la cárcel por efecto del Estado de Derecho y que los otros, tan creciditos últimamente, se den cuenta que si hay bofetadas se llevarán unas cuantas...
Quizá así, siempre que actúe "la seny" en unos y el síndrome del cagané en otros, podamos evitar las anunciadas bofetadas.