sábado, 4 de mayo de 2019

Buscando culpables

Hace ya tres o cuatro días que vengo escuchando que la culpa de lo que ha pasado en las elecciones es de Santiago Abascal.
Se afirma con rotundidad que Vox es la causa cuando, en mi opinión, es el efecto.
Yo lo veo así.
Atendiendo a la estricta realidad, el PP se ha dado el batacazo porque ha tenido menos votantes. Verdad de Perogrullo donde las haya.
Decir que si todos los votantes de Vox hubiesen votado al PP ahora no gobernaría Pedro Sánchez, es un argumento similar a decir que si todos los votantes de Ciudadanos hubiesen votado al PP, ahora el PP tendría mayoría absoluta.
Y dadas las circunstancias, si somos honestos, es preciso reconocer que un político del PP tiene - hoy por hoy - mas afinidades con uno de ciudadanos que con uno de Vox... dado que ambos (PP y Cs) pelean por el centro.
Como ya aventuré hace unas divagaciones, al final, la culpa la va a tener el votante.
Y es que el votante - en España - es un desastre, porque ejerce el derecho a voto según sus propios criterios... y eso está muy mal y es inadmisible ¿verdad?
En mi humilde opinión, que el PP no haya cumplido con lo que de él se esperaba en los últimos ocho años ha sido lo que ha propiciado el auge de Vox... la causa es el PP, el efecto es Vox.
Y vamos a dejar de decir tonterías y a analizar con un poco de autocrítica y de cabeza lo que ha pasado... mas que nada para no repetirlo.
Los hechos son como siguen:
El votante de derechas interpretó que la mayoría absoluta de Mariano Rajoy (186 diputados)- en contra de lo prometido en campaña - fue una prolongación legislativa (sobre todo en lo social) de la de Zapatero.
La irrupción de Podemos en la siguiente cita electoral y el convencimiento de que Vox no era una opción viable, frenó la perdida de voto del PP que, al perder la mayoría absoluta (aún tras unas segundas elecciones) se vio obligado a gobernar en solitario (con 137 diputados) recibiendo todas las patadas en la espinilla que tanto Pedro como Albert pudieron propinarle.
El "problema catalán" llevó al ejecutivo de Mariano Rajoy a un atolladero del que salió muy poco airoso con la aplicación de un 155 de chichinabo que no gustó a una importante porción de su electorado.
En la moción de censura, un Ciudadanos que se veía gobernando España, propinó la puñalada trapera que derribó el gobierno... en la creencia de que el PSOE se hacía con el poder para convocar elecciones inmediatamente.
Aquello desembocó en el alarmante ascenso al poder de lo que podríamos denominar la "anti-España", que son la conjunción de todos esos partidos políticos que no creen en la Unidad de España ni en la necesidad de aplicar la Ley para defenderla.
Llegados a este punto incluyo al PSOE en ellos porque lleva años tratando de buscar fórmulas exóticas para trocear la nación sin que se note demasiado.
Noqueado, acorralado por una campaña de acusaciones de corrupción que no se ha hecho nunca con el PSOE (pese a merecerla mas que nadie) y aturdido por la pérdida del gobierno, en los últimos nueve meses el PP ha hecho "lo que ha podido" enfrascándose en una pelea interna entre Casados y Feijoos.
Y en este contexto, una formación política "nueva" ha pasado de cuarenta mil votos en las elecciones del 2016 a dos millones seiscientos mil votantes en las del 2019.
Y eso ha sucedido, además, con toda la carga mediática en contra y bajo acusaciones de xenofobia, homofobia, machismo, crueldad con los animales, fascismo y toda suerte de lindezas, vetándosele los debates y con el rechazo de todas las demás formaciones políticas.
La caída del PP se ha debido a la perdida de confianza de su votante, a la fuga de un votante que le ha hecho pasar de 186 a 66 diputados en ocho años... algo habrá tenido que ver el PP en ello, ¿no les parece?
Que de esta tacada haya perdido tantos escaños, se debe, además, a la ley electoral.
Una ley electoral nefasta que beneficia al bipartidismo (razón por la que nunca ha sido cambiada) y que en la nueva realidad española produce resultados sorprendentes.
La derecha volverá a gobernar cuando no se pueda negar la crisis a la que nos conduce esta cada vez mas palpable recesión económica.
Y no se preocupen, eso va a ser muy pronto, porque en manos de Pedro Sánchez el juguete va a durar dos telediarios.
¿Y quien arregla el juguete cuando se ha roto?... nosotros, no les quepa duda.
Y lo haremos por amor a España, como hemos hecho siempre.