lunes, 23 de mayo de 2011

La rana

Cuentan que el rey de la selva reunió una tarde a los animales para comunicarles que daría una fiesta en su cumpleaños.
Inmediatamente la rana empezó a saltar y dar gritos de alegría interrumpiendo el discurso del león.
Pacientemente, el león esperó a que la rana guardase silencio y prosiguió su discurso.
Como fuera que la rana a cada nueva frase que decía el león mostraba su júbilo saltando, aplaudiendo y vitoreando al rey de la selva, este – cansado de tanta interrupción -terminó su discurso diciendo:
- “Y a mi fiesta están invitados todos menos un anfibio, verde y con los ojos saltones”
A lo que respondió la rana:
- “¡Eso, eso… que se fastidie el cocodrilo!”

A mi, lo de los socialistas en estas elecciones me ha recordado a este chascarrillo.
Zetapé y sus anfibios, tras un sincero ejercicio de autocrítica, han llegado a la conclusión de que no han sabido “trasladar” al ciudadano la bondad de sus políticas.
De hecho, el pueblo español les ha dado la patada en el trasero (incluso en sus tradicionales feudos) debido a la crisis… ese ente abstracto que, como Franco, tiene la culpa de todos los males de España.
Que su gestión ha sido desastrosa, que han robado hasta decir basta, que se han dedicado a subvencionarse unos a otros, que han cabreado a media España, que han dejado a cinco millones de trabajadores con una mano delante y otra detras, que no han sabido hacer la o con un canuto (algo que por otro lado ya esperábamos)… eso no tiene nada que ver con su derrota… la culpa es del Dow Jones.
¡Que caramba!, ¡Qué se fastidie el cocodrilo!