miércoles, 28 de agosto de 2019

Ad astra, per aspera

Aquellos bravos hombres
de ácida mirada,
de rostro endurecido,
de encanecida barba,
llevaron a mis ojos
la luz que yo buscaba.

Que viven en silencio
y cumplen su palabra,
pidiendo por sudario
bandera roja y gualda,
llevaron a mi pecho
la fe que le faltaba.

Enjutos y flexibles
son parcos en palabras...
no gustan de discursos,
sus hechos los avalan,
no hay gloria para ellos
pues todo es por su Patria.

Acércate a esos hombres,
observa, escucha y calla...
quizá si tienes dentro
aquello que hace falta,
se afilará tu rostro,
se tensará tu alma...

y entenderás entonces
porqué sirviendo a España
se sigue ese camino
estrecho y espinoso
que lleva a las estrellas
que guardan a tu Patria.


jmdspr (2019)