viernes, 12 de julio de 2019

Stonewall

El general Barnard Elliot Bee murió en 1861 en la primera batalla de Bull Run, durante la guerra de secesión americana, a él debemos el sobrenombre que acompañó a uno de los mejores generales de la confederación, que no fue otro que el modélico Thomas Jonathan Jackson, un virginiano que demostró que con fuerzas muy inferiores se podían dar palizas épicas a sus adversarios.
Huérfano de ambos padres desde los siete años, criado por parientes, ingresó en West Point con 18 años, tras graduarse sirvió en la guerra con Mejico como oficial de artillería, y al finalizar ésta (con el grado de Mayor), regresó a su Virginia natal donde permaneció hasta que estalló la guerra de secesión.
Sirvió a las ordenes de Robert Edward Lee al frente de la milicia de Virginia y enseguida destacó como el magnifico militar que era.
Su sobrenombre, "stonewall" (muro de piedra) se debe a una arenga del general Bee que gritó a sus hombres: "¡Ahí esta Jackson como una muralla de piedra!, ¡Agrúpense detrás de los virginianos!".
Tuvo Thomas Jackson muchas ocasiones de demostrar que en efecto era el "stonewall" contra el que se estrellaba una y otra vez el ejército federal y los testimonios de su valor y bonhomía, además de su genio táctico fueron abundantes... ganándose en muy poco tiempo un respeto reverencial - incluso - de sus enemigos.
A su muerte el general Lee exclamó que Jackson había perdido el brazo izquierdo (la herida que le llevó a la tumba), pero él había perdido - con su fallecimiento - el brazo derecho.
En tiempos difíciles aparecen hombres grandes.
Y son esos mismos tiempos los que forjan a las generaciones que recomponen las sociedades.
La Historia está plagada de ejemplos de ello.
Mas tarde o mas temprano esas generaciones son sustituidas por otras que, al no tener que afrontar tiempos difíciles, se van debilitando hasta que se genera - nuevamente - una situación que exige el nacimiento de generaciones duras y capaces de sobreponerse a los problemas derivados de la dejadez de sus antecesores.
No se si seremos nosotros, nuestros hijos o nuestros nietos los que tendrán que poner pié en pared para regenerar esta sociedad blanda y complaciente, sin valores y sumida en la extravagancia... pero tengo claro que - antes de su destrucción - habrá una generación que lo evite.
Mientras tanto, nuestra obligación será mantener viva la llama de la razón, del honor, de la lealtad a la Patria, de los valores que hacen grandes a los hombres... con la esperanza de que tarde o temprano, recojan nuestro testigo.
Es hora de agruparse detrás de los virginianos.
Aunque no se vea claramente donde está "stonewall" Jackson.