lunes, 22 de julio de 2019

Sermones

Si ha ido usted a misa el numero suficiente de ocasiones, habrá constatado que no es extraño encontrarse con sacerdotes que en cuanto se suben al púlpito pierden la noción del tiempo.
De algunos podría incluso decirse que en esos minutos que la liturgia pone a su disposición, están mas pendientes de escucharse a si mismos que de recibir el feed-back de sus sufridos feligreses, cuyas bocas terminan - inevitablemente - abriéndose como la del león de la Metro, en contagiosos bostezos que de ninguna manera engalanan la ceremonia dominical.
Si el oficiante - además - no se ha preparado convenientemente el sermón, saldrá a tocar de oído y lo mas probable es que reciba usted un manojo de divagaciones que ríase de las que lee en este blog.
Como feligrés está usted obligado a soportar pacientemente los tostones que le correspondan y, si posee usted la suficiente gracia santificante, lo hará, además, de buen grado... consciente de que el camino a la santidad está cuajadito de tostones.
Para ser justo, debo aclarar aquí que tragarse un ladrillo no es lo habitual, y que contrariamente a lo que sucede en política, los sermones de nuestros sacerdotes suelen estar dotados de contenido.
Hoy, durante la sesión de investidura del pollo del avión, he tenido la sensación de que estaba presenciando un congreso nacional de curas tostoneros.
Entre arcada y arcada he contemplado atónito como en España, para ser parlamentario, basta con saber enlazar una estupidez con otra y enumerar las consignas de obligada difusión.
Imagino que en los cursos de parlamentarismo español se reparten diccionarios de sinónimos y se obliga a hablar a los alumnos como Cantinflas... supongo que si el educando es capaz - además - de adornar el tostón con cursiladas de alta densidad y alusiones (peyorativas) a Franco, seguramente obtendrá una nota excelente.
Las intervenciones de la ultra-izquierda (esa con la que quiere formar gobierno el marido de Begoña) ponen de manifiesto que la teoría de los universos paralelos tiene fundamento, pues a tenor de lo expresado por los plastas con micrófono se dirime que todos ellos viven en un universo ajeno a la realidad de España.
Por cierto, que - según parece - en ese universo paralelo Pablo Iglesias, por haber perdido 29 escaños en las ultimas elecciones, tiene derecho a varias carteras ministeriales.
También he podido constatar que Pedro Sánchez (ese que pacta con Torra y blanquea a Otegui), es un patriota... y que - según parece - los demás tienen que permitir que siga viajando en Falcon por el bien de España.
Con mas o menos acierto los grandes grupos se han dedicado al "anda que tú" y los pequeños a sacar la cajita de sandeces del progreso. La mujer, el machismo, los homosexuales, la solidaridad, Cataluña como problema de Estado, las leyes progresistas... la insoportable y vacía cantinela habitual.
Santiago Abascal ha salido a cantarle las verdades del barquero a la concurrencia... y como era de esperar, lo ha hecho sin pelos en la lengua.
Pedro Sánchez será presidente del gobierno.
Hasta ahora, lo que hemos estado contemplando era teatro, los remilgos fingidos, los recelos falsos... 
Formará el peor gobierno posible y tendremos que aguantar que nos sermoneen con sus memeces los que son inasequibles al pensamiento, los filoterroristas y los que quieren volver a los reinos de taifas.
El rodillo mediático nos intentará convencer de que Pedro Sanchez es Felipe II, y que dispararse en un pie es progresista...
Armense de paciencia.
Espero que, al menos, de cuando en cuando, Casado o Abascal nos den una alegría parlamentaria.
Va a ser todo lo bueno que saquemos de  este naufragio.