lunes, 17 de septiembre de 2012

Los números de Mas

Las cifras son estas:
Cataluña cuenta con 7.504.881 habitantes... de ellos, 2.251.029 viven en la comarca de “el barcelones”, que abarca los municipios de Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Badalona, Santa Coloma de Gramanet y San Adrián del Besós.
Badalona es la ciudad mas alejada de la comarca y dista unos diez kilómetros del centro de Barcelona.
No creo que la manifestación independentista del 11 S alcanzase un millón y medio de personas... los organizadores de estas cosas siempre le echan unos cientos de miles más a las multitudes que acuden a sus aquelarres, pero, aún asumiendo que hubiesen reunido un millón de personas (que es posible), lo han hecho fletando trenes y autobuses a cascoporro, sin reparar en gastos y tras dedicarse un par de semanas a caldear el ambiente de lo lindo a través de todos los medios de comunicación disponibles que son – al menos – seis canales de televisión y cuatro periódicos “dependientes” de la Generalitat.
Lo que dicen estas cifras es que seis millones de catalanes NO han ido a la manifestación, y que de ellos, al menos un millón y medio, para personarse en el sarao, bastaba con que cogiesen un tren de cercanías.
Asumiendo que un porcentaje de estos seis millones no hayan podido ir por razones de fuerza mayor, lo cierto es que la mayoría de este montante no ha ido porque – simplemente - no ha querido ir.
Si repasamos los resultados electorales del 2011, el monto total de votos obtenidos entre CiU y los partidos gamberros (esquerra y cia) suman aproximadamente un millon y medio. El PSC – por su parte - obtuvo novecientos mil votos
Eso significa que asumiendo que todos los votantes de estas formaciones respaldasen la manifa separatista, seguían faltando a lista cinco millones de catalanes.
Así que vamos a no sacar las cosas de quicio, porque si los catalanes quisiesen separarse de España, las cifras hubiesen sido otras.
Sucede que los tocapelotas son muy ruidosos y tienen los medios de comunicación al servicio de sus orquestas.
Y sucede también que los nazi-onalistas cada vez que pinchan al Estado, pinchan en blando...
De modo que seguirán pinchando hasta que den con un hueso.
Lo malo es que hueso, lo que se dice hueso, este gobierno de blanditos parece no tener... así que tendremos que soportar que Arturito el del tupé siga amenazándonos con cataclismos para sacarnos la pasta.
Eso hasta que el gobierno de España deje de estar en manos de anélidos.
Algo que, lo admito, no parece posible a corto plazo.