jueves, 14 de octubre de 2010

Faltas de respeto


Para que se produzca una falta de respeto, es condición previa que exista un respeto al que faltar... algo que - al menos en mi caso - no es aplicable a esta clase infame que nos gobierna.
Llamar a las cosas por su nombre, aunque sea en castellano recio, no es una falta de respeto, es manifestar la verdad.
Claro que para los que viven agazapados en la trinchera de las medias verdades, las verdades a medias y las mentiras enteras, la manifestación de la verdad puede llegar a interpretarse como difamación o insulto.
En el enjuiciamiento de la verdad se dan matices, claro está, pero en el fondo siempre hay un hecho irrebatible: la propia verdad.
Así cuando uno se queda con dinero que no es suyo ni ha ganado con su trabajo, lo que está haciendo es robar, y luego lo pintan ustedes del color que prefieran.
Cuando un señor responde a una pregunta con inexactitudes, datos alterados, opiniones personales infundadas y calumnias, está mintiendo, y luego le aplican ustedes el tinte que tengan mas a mano.
Cuando un político favorece a un amigo haciendo valer su cargo o su influencia, haya o no dinero por medio, (que casi siempre lo hay), lo que contemplamos es prevaricación, y luego lo cubren ustedes del color que mas les guste.
Y cuando un presidente de gobierno utiliza recursos públicos para financiar a grupos políticos que persiguen la destrucción de la Nación y la disolución de la Constitución sin pasar por el Congreso, el Senado y los votantes, es decir, una disolución sobrevenida de la estructura legislativa del Estado, en lo que está incurriendo es en Alta Traición… y ahora, si son ustedes capaces, lo pintan de otro color que no sea el negro.
Decir que la chusma que nos gobierna miente, roba, prevarica y traiciona al Estado, no es faltarles al respeto, es hacer una relación de evidencias.
Y a esta lista, además hay que añadir aquello otro del “abuso de confianza”, porque cuando el iluso votante entregó la supuesta patente de corso al cargo público (introduciendo el papelito en la pecera), lo hizo depositando su confianza en que el individuo al que votaba se comportaría con honestidad.
¡Y se quejan por que les abuchean!