miércoles, 15 de agosto de 2012

Hablar para no entendernos

Con el tema lingüístico en España se sobrepasan todos los niveles de estupidez.
El mecanismo del habla, cuya finalidad es que seamos capaces de comunicarnos con otros elementos de nuestra misma especie, en España parece servir para todo lo contrario.
Sucede, además, que las lenguas mas defendidas en nuestra piel de toro, no sólo las habla una parte pequeña del conjunto, sino que además, se las puede considerar “lengua” desde hace relativamente poco.
La primera gramática catalana, que trata de poner un poco de orden en el marasmo parlante de la zona (Pompeu Fabra) es del primer tercio del siglo pasado, y la primera gramática vasca, corrijanme si me equivoco, me pega que sea incluso posterior.
Es cierto que se pueden encontrar cosas escritas en algo que suena a catalán, con una antigüedad de varios siglos, pero dependiendo del lugar en el que se escribían, usaban una estructura gramatical diferente. Incluso las palabras dedicadas a designar las mismas cosas, usaban formas distintas.
Derivadas todas del latín, lógicamente, tenían que tener cosas comunes, pero de ahí a calificarlo de “lengua”.
¿Sabían que el euskera comparte un montón de palabras con lenguas de origen bereber?...
En época de Tiberio se hablaban en el mundo muchas lenguas, pero las que usaba todo el que quería comunicarse con cualquiera que no fuese de su aldea, eran el griego y el latín.
Por otra parte, en la actualidad hay un montón de “lenguas muertas” que se estudian por amor a la cultura. El sánscrito, el araméo, las lenguas precolombinas, las que hablaban los apaches y los mohicanos... dejaron de usarse un día y no pasó nada... sólo perdieron su funcionalidad. Al final la necesidad de comunicación prevaleció sobre la conservación de la lengua.
En oriente, por mera lógica, se impondrá - supongo - el chino mandarín... en América se irá derivando seguramente hacia un “spanglish” del que no podremos librarnos los europeos... donde hoy en día la hegemonía del inglés es evidente.
El gaélico, el euskera, el mallorquín de Ibiza, la fabla aragonesa, el corso, el catalán del valle de Arán y todas las demás cosas que se hablan por el mundo en comunidades pequeñas, irán sucumbiendo a las lenguas mayoritariamente habladas, por una simple razón: la necesidad de comunicarse.
Y en ello, la “globalización” va a ser – además – un catalizador acelerante.
Por mucho dinero que se entierre en la defensa de una lengua, es evidente que un señor que escribe en catalán está condenado a que sólo lo lean un grupo reducido de personas, y si escribe en euskera, el grupo será inevitablemente mucho menor... por eso, hay muchos escritores catalanes y vascos que usan el español para narrar sus historias... comunicación, simple comunicación.
Por otra parte, no es cierto que las lenguas necesiten defensa. El catalán sobrevivió a cuarenta años de una feroz dictadura franquista que – según parece – lo perseguía con una saña inusitada, no lo incentivaba económicamente y encarcelaba a todos los que decían “bon dia” en vez de “buenos días” cuando se cruzaban con un vecino por la calle... por eso, el que suscribe, nació oyendo hablar catalán, lo entiende y lo habla con la suficiente corrección como para comunicarse con un señor de Mataró que, pese a hablar también español, se empeñe en hacernos creer que no lo entiende... y todo ello, sin haberlo estudiado nunca.
¿Si yo les dijese que buena parte del folclore, las costumbres, incluso del fomento de las lenguas locales, incluida la fundación de las ikastolas, corrió a cargo de la “Sección Femenina” del “Movimiento”, me creerían?. 
Pues fue así.
El catalán, el euskera y el lunfardo vivirán mientras sean vehículo de comunicación... en caso contrario deberán convivir con lenguas con mayor poder de comunicación.
El sueño nazi de los políticos separatistas en las vascongadas, Galicia y Cataluña es que se forme un Estado sobre la base de una lengua, cuando el proceso es siempre el contrario. ¿Sabían que en los EEUU no se habla hoy en día alemán como lengua oficial por un par de votos?... Primero existió la voluntad y después se eligió la lengua.
El español se estudia, a día de hoy, en muchísimas universidades de todo el mundo... ¿por qué no sucede lo mismo con el catalán o el euskera?, ¿por falta de financiación?... No, en el resto del mundo no se estudia catalán o euskera por falta de alumnos.
¿Se plantearía usted aprender gaélico para pasar una semana de vacaciones en el condado de Galway?... donde por otra parte es casi seguro que hablando un inglés macarrónico podría usted arrendar una habitación, beberse una cerveza, pedir un taxi...
En nuestra derecha tontita va calando cada día más la estupidez de la “identidad” y su defensa (siempre a base de soltar pasta) para evitar la “pérdida” del vehículo identitario.
La identidad y la lengua son cosas diferentes.
En España, el fomento, difusión, promoción, etcétera de las lenguas locales, se ha convertido en un negocio para los de siempre. Negocio que recibe, exclusivamente, dinero público...
Los cristianos tenemos una identidad perfectamente definida y hablamos cientos de lenguas diferentes.
Lo que hay detrás de todo esto es “pasta”, dinero de nuestros impuestos para que los choricetes de turno vivan como reyes sin dar golpe... el catalán, no necesita defensa alguna, y los que viven del cuento a su costa tampoco.