domingo, 18 de marzo de 2012

Un trabajo fijo

Cuando la Iglesia hace una campaña para conseguir nuevas vocaciones, se dirige, evidentemente, a los católicos. El mensaje que da es perfectamente comprensible para cualquiera que sepa “de que va esto” de la Iglesia... pero sucede que de un tiempo a esta parte los que “saben de que va esto” son cada vez menos.
Una cantidad enorme de jóvenes llevan años recibiendo única y exclusivamente mensajes negativos respecto de lo que significa el hecho religioso... y como en España el hecho religioso depende mayoritariamente de Roma, los católicos tenemos que soportar que se juzguen todos nuestros actos bajo el sesgo del odio y la incomprensión.
En cualquier “culebrón” sudamericano, cuando aparece un sacerdote, por lo general, se trata de un hombre bueno que intenta dar consuelo a los afligidos protagonistas del drama. En España, cuando sale un sacerdote en una serie de televisión o en una película, lo que vemos es un psicópata, un hipócrita, o un ser abyecto que no puede evitar regirse por otra cosa que no sean sus vicios.
No sólo pasa con los sacerdotes, también pasa con los militares que es otro colectivo que lleva años sufriendo el odio y la incomprensión de la sociedad.
Sucede, además, que el mensaje de odio ha calado con tal profundidad que gente que no ha pisado una templo en su vida, se permite el lujo de opinar sobre lo que debería hacer o no la Iglesia.
En mi opinión, en todo esto hay mucho de lo que decía Platón: “Los sabios hablan porque tienen algo que decir. Los tontos hablan porque tienen que decir algo”, y en España (Santiago Amon dixit) “no cabe un tonto más”.
Del mensaje lanzado en la campaña, lo único que ha trascendido es que la Iglesia ofrece “trabajo fijo”, frase que se pronuncia en el vídeo bajo la forma: “no te prometo un gran sueldo, te prometo un trabajo fijo.”
El vídeo puede usted verlo aquí: http://www.teprometounavidaapasionante.com/ … y cuando lo vea, comprobará que la citada frase forma parte de una tanda de veinticuatro mensajes, de los que solo ha trascendido éste.
Debe preocupar mucho a la zarrapastra este vídeo porque quizá piense que a raíz de esta oferta de trabajo, los jóvenes en paro se van a apuntar masivamente a los seminarios... pero yo quiero tranquilizarlos.
Señores de la zarrapastra, no se alarmen, las vocaciones salen – mayoritariamente – de jóvenes católicos, es decir, de lo que ustedes consideran “deshechos de tienta”. Nosotros, esos pobres retrasaditos que seguimos creyendo en Dios, somos los que vamos a responder a esta campaña, su heroico movimiento de “indignados” con el agua y el jabón seguirá intacto para que ustedes los manipulen a su antojo.
De modo que ¿Porqué se molestan?