jueves, 19 de enero de 2012

Montoro y la ley

Gaspar Llamazares está que se sale...
Ayer, a colación de las declaraciones de Montoro acerca de la voluntad de este gobierno de que los politicos malversadores den con sus huesos en el trullo, tuvo otra de sus magníficas intervenciones ante los micrófonos.
De lo que ha dicho Montoro sólo ha trascendido lo de enfrentar a los manirrotos (con el dinero que “no es de nadie”) al Código Penal, no hay contexto ni matizaciones, pero, a priori, coincidirán ustedes conmigo, no suena nada mal.
Que a un “padre de la patria” se le exija decencia y cabeza a la hora administrarnos es un principio que se me antoja bastante democrático.
Como hablamos del Código Penal, supongo que estaremos hablando de acciones delictivas que es, basicamente, de lo que vá el Código Penal.
De todo ello se dirime que cuando su señoría, molt honorable, excelentisimo señor, o lo que sea que se ponga – por mor de las urnas – delante del nombre el choricete de turno, sea pillado “in fraganti” o a toro pasado si me aprietan, realizando prácticas que a usted y a mi nos costarían un disgusto de los gordos, va a ser sometido a disgusto similar.
No estamos hablando – entiendo - de endeudarse mas de la cuenta para hacer un hospital, eso sería incompetencia, no dolo... y si la incompetencia llevase a la carcel, tendríamos que contratar al pocero para que nos montase unas cuantas Seseñas donde albergar tanto reo.
Estamos hablando del tres por ciento, las facturas escondidas, los EREs en polvo y todas esas prácticas “extrañas” de nuestra votada clase política.
Hasta aquí todos de acuerdo ¿no?
Ni a Gasparín ni a Chaves (que son los que he escuchado) les ha parecido bien el tema.
Pero me dá la sensación de que no les ha parecido bien el tema porque – dadas las circunstancias – no van a ser ellos quienes decidan en que casos se aplica o no el Código Penal, porque el “discurso” de la izquierda - desde pequeñitos - ha sido siempre el de repartir moralina y combatir la "corrución".
En los últimos ocho años de ruina que el tonto de León trajo a España, el Fiscal General del PSOE (que no del Estado) ha seleccionado meticulosamente lo que había que perseguirse de oficio y lo que no... y casualmente, cuando el implicado en los hechos era “uno de los nuestros”, tocaba no perseguir.
Como además se han dedicado a robar con las dos manos, a montar chiringuitos de financiación ilegal, a repartirse y “echarse en lo alto” el dinero de todos los españoles, el tema les preocupa.
No es otra cosa.
Y si además se quedan sin su juez de guardia... ¿Qué va a ser de ellos?