martes, 27 de abril de 2021

Yo no te creo

Cuando eres un personaje público y no comulgas con los nacionalismos balcanizadores o eres, simplemente, "de derechas", las amenazas de muerte forman parte de tu día a día.
Además de recibir amenazas, si tienes un negocio familiar, verás como ciclicamente te llenan la fachada de pintadas, te rompen los cristales o - como en el caso de los Abascal - te destrozan o queman el local.
En ocasiones los que profieren las amenazas y te dedican cariñosos epítetos deseándote - además - una muerte dolorosa, son periodistas, actores, cantantes, u otros personajes mas o menos públicos que poniendo de manifiesto su miserable naturaleza, se lanzan a buscar subvenciones mediante el posicionamiento político.
Otras veces, como Maximo Pradera, son simplemente gilipollas.
Lo cierto es que lo de las amenazas, los escraches, los piquetes violentos, la vandalización de mobiliario urbano y la rotura de escaparates, en España, es patrimonio exclusivo de la izquierda... y el que diga lo contrario miente con toda la boca.
Por supuesto, como en todas partes cuecen habas, también de cuando en cuando aparece algún descerebrado en la "ultraderecha" (esa cosa residual en nuestra sociedad) que hace alguna mamarrachada, pero la violencia, por lo general, quien la ejerce es siempre la izquierda.
Hemos visto a Pablo Iglesias ("el chepas" segun sus propios correligionarios) llamar a la "alerta antifascista" cuando Vox entró en tromba en la Junta de Andalucía.
Hemos visto a Echenique lanzar toda suerte de acusaciones, levantar falsos testimonios, insultar sin rubor a sus enemigos... y poner en duda que a Rocio de Mer le abriesen la ceja de una pedrada los que, previamente, había enviado Podemos a lanzar piedras.
En Vallecas, durante el último miting de Vox, más de lo mismo.
El sinvergüenza de Pablo Iglesias ha llegado a grabar un vídeo en el que echa la culpa a Vox de ir a "provocar" a Vallecas donde, por cierto, saca Vox muchos mas votos que Podemos.
Llega a decir el "vende obreros" de Galapagar que llamarle "rata" o "chepudo" es un atentado a la democracia... cosa que no sucede cuando llaman nazi, pija o desequilibrada a Isabel Díaz Ayuso, a la que en un alarde de ingenio, cogiendo las iniciales de su nombre y apellidos, han bautizado de "ida" hace mucho tiempo.
Como además Podemos es una organización capaz de poner denuncias falsas (incluyendo delitos como acoso sexual) a los que echan del partido, o impedir con sus votos que se investigue la trama de abusos sexuales de Baleares o los excesos con una menor de edad del marido de Mónica Oltra, ustedes me permitirán que tenga serias dudas acerca de los límites que semejantes sacos de estiércol se ponen a la hora de sacar adelante sus políticas.
De modo que lo de las balas, Pablo, queridísimo "chepas", yo no me lo creo.
Y no es que ponga en duda que las hayas recibido, es - simplemente -  que creo que es uno de esos montajes que tanto os gustan.
Y lo creo por varias razones.
La primera es que son unos fulleros y están a punto (segun dicen las encuestas) de convertirse en algo marginal en la Comunidad de Madrid.
Lo segundo es la factura que está pasando la gestión pandemia al votante de izquierdas que - salvo los muy tontos o los muy malos - se van dando cuenta de que clase de inútiles han llevado a las instituciones... algo que se puede traducir en absentismo electoral.
Lo tercero es que me cuesta mucho trabajo creer que con la de filtros que pasa habitualmente el correo y mas si es correo dirigido a "personalidades", se haya producido semejante cadena de errores.
Y lo último es la importancia y el teatro que le han echado a semejante estupidez... y - por supuesto - la matraca que están dando con ello los medios podemizados.
Santiago Abascal ha sufrido amenazas de muerte a puñados, a Albert Rivera - en Cataluña - se las han echo de todos los colores, y podríamos seguir si hablamos de Jueces de la Audiencia nacional y responsables de la lucha contra ETA o el narcotráfico... y ninguno ha montado el espectáculo que este impostor está montando.
No me cabe duda que esto forma parte de un intento de cambiar el curso de las elecciones en Madrid.
Seguramente, aparecerá un sospechoso (militar, cristiano y afiliado a Vox) antes de que vayamos a votar... y eso justificará movilizaciones masivas pidiendo la ilegalización de Vox y el ajusticiamiento de Isabel Díaz Ayuso.
Y no se si esta vez les saldrá como el 11-M, pero me genera una cierta intranquilidad.
Pero en cualquier caso, Pablito, yo no te creo.
Ni te creeré nunca.