jueves, 22 de noviembre de 2018

¿Quién quiere enemigos?...

Un día mas, una vez mas, hemos contemplado ese espectáculo histriónico y bochornoso en el que nuestros diputados electos han convertido la cámara legislativa.
Que Gabriel Rufian haga honor a su apellido, ya no es noticia.
Me pone enfermo vivir en un país en el que se paga un sueldazo a chusma sin educación ni formación para que vierta "mierda y serrín" cada vez que abre la boca.
No voy a entrar en disquisiciones acerca de sus votantes... creo que el citado espécimen representa a la perfección a esa triste parte de nuestra sociedad que lo ha puesto donde está para que haga lo que hace.
Y no se equivoquen, "el chulo de la barraca", ese hombrecillo cobarde y patético que ayer insultaba a Borrell, consciente de que nadie se se iba a levantar de su escaño para cerrarle la boca de un manotazo, lo es porque su grupo parlamentario, la piara que lo reconoce como verraco, lo respalda al cien por cien.
La misión de estos deshechos sociales es convertir el parlamento en una taberna... y sus votantes los han puesto ahí para que monten el numerito dia sí y dia también.
En cuanto a José Borrell, si me han leido antes, ya conocen mi opinión... no me gusta, pero al menos hay que reconocerle que pertenece al grupo de personas que usan desodorante y ha tenido la decencia de estudiar una ingeniería aeronáutica... unos estudios que el patán que lo insultaba - estoy completamente seguro - no sería capaz de realizar.
De modo que - señor Borrell - permítame manifestarle mi apoyo frente a los ataques desmesurados e injustos - escupitajo incluido - que recibió ayer del desaliñado rebaño separatista.
Y dicho esto, merece una especial mención el "apoyo incondicional" que este Ministro de Exteriores ha recibido de su jefe de filas y grupo parlamentario...
El "solamente guapo" que viaja a Valladolid en varios aviones, en vez de respaldar a su ministro, ha cargado contra el jefe de la oposición, culpándolo del clima de "crispación" y justificando los desmesurados exabruptos del patán de la camiseta negra...
Si yo fuese Borell o don José tuviese un mínimo de dignidad, ya habría puesto esa cartera que jamás debió aceptar a disposición del marido de la señora Gómez... pero no caerá esa breva porque - aunque cueste creer - los ministros de este gobierno fashion son conscientes de que están ahí para pararle los golpes al indigno (ahora si) okupa de la Moncloa.
Dice el refrán que con quien niños se acuesta, mojado se levanta...
¿Para qué quieres enemigos si tus amigos son Gabriel y su comparsa?
Señor Sánchez, hágase un favor, hágale un favor a sus ministros, cumpla su palabra de una puñetera vez (aunque sea una vez en su vida), y convoque elecciones.
No puede ser peor eso que lo que ya tiene... no para usted, que no se va a ver en otra en lo que le queda de vida, pero sí para el resto de los españoles.
Los que pagamos sus excesos sin recibir nada a cambio.