domingo, 10 de marzo de 2013

El nuevo Papa


Ayer durante una cena entre vecinos salió a colación el tema de la renuncia del Papa y la elección del nuevo representante de Cristo en la Tierra.
Como uno es de natural sociable, cualidad que no está reñida con mi faceta de gruñón, mis compañeros de viaje son – valga el ripio - de muy variado pelaje.
Entre ellos hay (les ruego que no se asombren) gente que ve “la sexta” y lee “el país”... no son mala gente, son honrados, buenos padres, dispuestos a ayudarte si lo necesitas... pero mantener una conversación sosegada con ellos (sobre todo en determinados temas), es casi imposible.
No suele llegar la sangre al río porque hace muchos años que renuncié a discutir con los progres.
Para que un progre crea lo que le estas contando tiene que haberlo oído de boca del reverendo “wyoming” o leido de puño y letra del cardenal “Ekaizer”, que son tal para cual y – entre la progresía – oráculo divino.
Ayer observé la sincera preocupación que invadía los corazones de mis vecinos progres ante la elección del nuevo Papa.
No van a misa, son anticlericales, se mofan de todo lo que suene a católico... pero les preocupa la elección del Papa.
Yo traté de sosegar sus atribulados espíritus en el convencimiento de que el nuevo Papa no les va a privar del divertimento de criticar todo lo que haga o diga... con el Papa cesante lo han tenido crudo hasta el extremo de tener que inventarse – para criticarlo - lo que decía en sus Encíclicas.
Encíclicas que – por supuesto - no ha leído ninguno.
Tal fue el polémico caso del buey, la mula, el portal de Belén y los Reyes Magos... pero eso no viene al caso.
No van a misa, son anticlericales, se mofan de todo lo que suene a católico... pero les preocupa la elección del Papa.
Les preocupa en sobremanera que no salga un Papa “moderno”, de acuerdo a los tiempos que vivimos porque, de ser así, la Iglesia va a quedarse sin clientes.
Quieren un Papa progre, como ellos.
Un Papa que sea agnóstico, liberal, condescendiente con el mariconeo, el aborto... un rey muy “republicano”, como dijo el memo mas grande que ha gobernado España.
Y yo, cuando les oigo opinar del tema me hago la siguiente reflexión:
No van a misa, son anticlericales, se mofan de todo lo que suene a católico... pero si el Papa elegido fuese como ellos quieren ¿volverían a ir a misa?, ¿abrazarían la fe de Cristo?, ¿entrarían a formar parte de esa Iglesia que tanto les fastidia?
Yo creo que no.
Y entonces... ¿de qué cojones estamos hablando?