domingo, 5 de septiembre de 2010

Demo...¿qué?


Tener pelos en el cogote tiene como ventaja que – de cuando en cuando – a modo de advertencia, se le erizan a uno los citados cabellos.
A mi, cada vez que escucho hablar a un marxista de democracia, los pelos del cogote se me ponen como escarpias, pues por todos es sabido (por todos menos por la zarrapastra) lo que un marxista entiende por “democracia”.
En nombre de esa extraña acepción de democracia se instauró la dictadura del proletariado en unos cuantos países del mundo… el resultado fue “sólo” de cien millones de muertos sin contar lo de Cuba que – a día de hoy – está a falta de inventario.
No deja de ser gracioso, macabramente gracioso, que ETA, proponga una “tregua” para avanzar en el proceso “democrático”.
Y la gracia de todo esto está en que una piara de asesinos, que están dispuestos a destripar a bombazos (o democráticos tiros en la nuca) a cualquiera que se oponga a sus delirantes sueños, se atreva a hablar de democracia.
La democracia que persiguen estos biznietos de puta es la de los cementerios. Papá Stalin y el abuelito Lenin lo dejaron muy clarito.
Y lo sabe todo el mundo.
Todos menos Zapatero y su alegre banda de analfabetos con chofer.