Lo que oculta la exhumación de Franco, de ahí el lamentable, bochornoso e inexplicable circo que montaron ayer, es que España va de mal en peor.
Y no lo digo por decir, a día de hoy tenemos las peores cifras de paro de los últimos cinco o seis años, el "problema catalán" es mas problema que nunca, la gobernabilidad es inexistente, la manipulación mediática es aterradora, la educación está bajo mínimos, se está tirando de la caja de las pensiones, están surgiendo escándalos (sistemáticamente tapados por nuestros mercenarios del periodismo) en Andalucía sobre los últimos treinta años de saqueo del PSOE... y si quieren sigo unas cuantas líneas mas.
Lo acaecido con las vacunas para los niños en los últimos diez años, con Griñan primero y Susana después, es un ejemplo de como el PSOE gestiona el dinero de todos... creando una contabilidad ficticia para embolsárselo. A manos - entre otros - de nuestra actual ministra de hacienda que entonces era consejera de la Junta de Andalucía.
No es la primera vez.
Felipe González creó el GAL para combatir - de forma poco honorable - al terrorismo de ETA, y de paso, se dedico a distribuir entre los amigos los "fondos reservados" que el Estado tenía para luchar legalmente contra el terrorismo. De hecho, yo siempre he pensado que la chapuza del GAL sólo se entiende en el contexto de hacerse con los fondos reservados para repartírselos... pero esa es mi opinión, no me la tengan en cuenta.
Lo cierto es que para que España vaya bien es urgente deshacerse de una notable parte de tejido adiposo.
Por tejido adiposo entiendo todas aquellas cosas que no sólo no contribuyen a mejorar nuestra situación, sino que además, la agravan.
La primera de ellas es la Ley de Memoria Histórica.
Porque mientras exista esta cosa irracional que permite falsear la Historia desde el poder político (al mas puro estilo stalinista) la izquierda va a disponer de una carpa permanente para sus espectáculos circenses... y se va a dedicar con ella a levantar cortinas de humo mientras se lo lleva crudo que es, en el fondo, de lo que se trata.
La segunda de ellas es el entramado de subvenciones con el que nuestros políticos dilapidan nuestros impuestos para mantener a organizaciones afines a sus ideologías.
La tercera, y en mi opinión no menos importante, es limitar radicalmente y disminuir de forma palpable las ayudas a la inmigración. Sobre todo a la inmigración ilegal.
Y respecto a esto, quiero dar dos pinceladas.
No es de recibo que me estén diciendo que no hay dinero para las pensiones de nuestros jubilados pero sí que lo hay para importar delincuentes juveniles de otras partes del mundo o mantener familias enteras de norteafricanos (por poner un ejemplo) que vienen a España a vivir del cuento y explotar nuestro sistema social... y no me pongan esa cara, porque conozco unos cuantos casos de familias a las que no se les conoce actividad laboral porque entre lo que les paga el gobierno y lo que piden a Cáritas, viven prácticamente gratis.
El "efecto llamada" se produce porque se corre la voz de que en España, por no hacer nada te pagan un sueldo que, en sus países de origen, es un dineral. Es así, lo siento.
¿Quiere usted una prueba?... Mire a Portugal. Allí no quiere ir nadie. ¿Será porque no hay subvenciones?.
No son todos, por supuesto. Los hay que vienen a trabajar y que ingresan en nuestras fronteras cumpliendo nuestras leyes, a esos, si acaso, es a los que hay que ayudar a establecerse, pero el control sobre los fondos (nuestros fondos) que se emplean en fomentar una inmigración saludable para nuestra economía, debe ser férreo... y por supuesto, los delincuentes a su casa, aquí no los queremos por la sencilla razón de que ya tenemos en España un número suficiente de encarcelables como para necesitar importarlos de fuera.
La tercera de ellas, pero no la última, es la hidrocefalia institucional.
Sobran muchos, pero muchos, inútiles dedicados a cobrar del erario por duplicar y triplicar funciones.
Inútiles que precisan de asesores que, además, como son elegidos por nepotismo en vez de criterios de mérito, consiguen incrementar el tejido fofo, inoperante y muy caro de nuestra gobernabilidad.
Lo que ha pasado en Móstoles con la alcaldesa es demasiado corriente, demasiado común, muy poco justificable.
Y un último apunte, el cumplimiento de la ley obliga a todos, pero especialmente a la clase política que, en ello, debe ser especialmente ejemplar... el que se ponga al margen, a la cárcel. ¿Hay algo mas democrático que eso?
Y ya que estamos, hacer un poco de limpieza en el poder judicial.
De hecho - aunque usted no se haya enterado - al juez que provocó la moción de censura de Rajoy, el señor de Prada, diciendo en una sentencia que el PP era una organización delictiva, ha sido apartado de la causa por la Audiencia Nacional debido a la falta de imparcialidad en sus sentencias... pero no lo han inhabilitado para ejercer la judicatura que hubiese sido lo suyo.
Hay mucho que cambiar y un pacto implícito entre nuestros partidos políticos tradicionales para no cambiarlo...
Tendremos que hacerlo los votantes.
Esta es su responsabilidad y la mía... no le de mas vueltas.