No es el votante lo que divide a la derecha... son sus representantes.
La diferencia entre la izquierda y la derecha, y ha sido siempre así, es que la izquierda no tiene izquierda.
Al PSOE no le da asquito tratar con terroristas, anti-sistema, anarquistas, maoistas, stalinistas, trostkistas, separatistas, supremacistas... a la izquierda del PSOE no hay una "ultraizquierda" a la que vetar.
Propone el chulo de la piscina que el bailarín con sobrepeso presida el senado y a ERC le cuesta cuarenta y ocho horas pasar de "no" al "si".
A Pedrito y su banda les acusas de apoyar y blanquear terroristas y les entra por un oido y les sale por el otro.
Les acusas de asociarse con corruptos y les importa una higa... nadie es suficientemente feo para ellos.
Y en eso radica su éxito.
La derecha no es así... y la prueba es Vox.
Nadie que haya tenido la honestidad de leerse el programa de Vox (sin buscarle tres pies al gato) puede decir que Vox es un partido semejante a los tarados holandeses que apoyan (por cierto) a Puigdemont... o que tiene mas similitudes con Marine Le Pen que con Pablo Casado.
Nada hay en el programa de Vox (a excepción de su deseo de aniquilar el costosisimo "estado de las autonotaifas") que pueda considerarse "inconstitucional".
Y, en cualquier caso, dado que España es el país de los suicidas, las aspiraciones de Vox no podrían considerarse mas inconstitucionales que las de los podemitas que quieren ser una república o las de los separatistas catalanes que quieren ser un estado aparte...
Incluso en las formas Vox es mas moderado que Podemos, la CUP, ERC, Bildu y toda la basura que apoya a Pedro Sánchez... que apoya al PSOE o que se apoya en el PSOE, que parece igual pero no es lo mismo.
Pero al PP y - sobre todo - a Ciudadanos, les dá asquito Vox.
Lo considéran su derecha... la derecha a la derecha de la derecha.
Y como viven el el temor a que les llamen fachas, hacen enormes aspavientos cuando les preguntan al respecto de posibles pactos.
Sin embargo, a mi entender, el problema es otro.
El problema es que nuestros políticos en general, pero sobre todo los de derechas, han perdido el norte, la dirección, el objetivo.
El "norte", es el bienestar de los españoles, la convivencia pacifica, la seguridad, el paro, la igualdad de los españoles ante la ley, la integridad territorial de España... no que gobierne uno o gobierne otro.
El sistema de partidos se ha convertido en algo endogámico que sólo sirve a la causa del poder.
España ha pasado a tercer plano y los españoles, en su conjunto, a cuarto o quinto lugar.
Conscientes de que no van a cumplir sus promesas, prometen lo que haga falta, pues la finalidad no es la promesa, la promesa es el medio para alcanzar la moqueta... nada importa mas que eso.
Eso es así porque la supervivencia de un partido, en España, depende directamente de los escaños que obtiene... y eso produce efectos no deseables, sobre todo en la defensa de posiciones ideológicas.
La izquierda busca la posición comun, la derecha se centra en sus diferencias...
Y mientras tanto, a España que le vayan dando.
Y la culpa, como no, es del votante.