De cuando en cuando los periodistas usan un verbo y dan en la diana de una forma que ni ellos mismos sospechan.
Tal es el caso del verbo "escenificar" (to stage).
Así, leemos con cierta frecuencia frases como: "Los principales partidos políticos han escenificado esta tarde la unión ante el terrorismo…".
Y el verbo está perfectamente puesto, pues describe lo que hacen los políticos, poner en escena, interpretar algo, como si de actores de teatro se tratase.
Y del mismo modo que el actor no es el personaje, el político no es lo que escenifica.
Hacen "el paripé" porque "lo aconseja la jugada", pero solo los muy desmemoriados o los muy tontos, pueden creerse lo que ven.
Y yo, por supuesto, no me creo nada.
Porque como "obras son amores, y no buenas razones", yo empezaré a creer en la "firme voluntad" de nuestra impresentable clase política cuando los trogloditas de Sastre salgan de los ayuntamientos, a patadas en el culo preferiblemente, para regresar a las pocilgas de las que nunca debieron salir.
Y cuando vea como se cierran una tras otra las Herrikotabernas (o como quiera que se llamen esos antros) y se produzca una repentina emigración de alimañas hacia Méjico o hacia Venezuela para evitar su previsible ingreso en prisión.
Y en los aires de cambio y el hartazgo del pueblo vasco, empezaré a creer cuando vea en las noticias como han arrojado pintura roja sobre las fachadas de los locales de ANV, y cuando sus malolientes militantes se quejen de que tienen que quedarse encerraditos en casa con un poquito de agorofobia, por aquello de que a lo mejor sus vecinos los mochan a palos cuando vayan de txiquitos.
Porque estos anormales son unos cobardes y unos chulos, y eso es lo único que entienden.
Y porque ni mil, ni cien mil, ni doscientos mil bastardos pueden tener en jaque a treinta y cinco millones de españoles.
Y si ahora están así es porque en los últimos años, nuestro presidente de gobierno en persona y sus ignaros secuaces, les han dado cuerda de lo lindo, los han legitimado, los han financiado (a través de la legalización de su brazo político), les ha dado un apoyo internacional vergonzoso...
¿O acaso miento?
Así que menos "to stage" y mas "to work".
Tal es el caso del verbo "escenificar" (to stage).
Así, leemos con cierta frecuencia frases como: "Los principales partidos políticos han escenificado esta tarde la unión ante el terrorismo…".
Y el verbo está perfectamente puesto, pues describe lo que hacen los políticos, poner en escena, interpretar algo, como si de actores de teatro se tratase.
Y del mismo modo que el actor no es el personaje, el político no es lo que escenifica.
Hacen "el paripé" porque "lo aconseja la jugada", pero solo los muy desmemoriados o los muy tontos, pueden creerse lo que ven.
Y yo, por supuesto, no me creo nada.
Porque como "obras son amores, y no buenas razones", yo empezaré a creer en la "firme voluntad" de nuestra impresentable clase política cuando los trogloditas de Sastre salgan de los ayuntamientos, a patadas en el culo preferiblemente, para regresar a las pocilgas de las que nunca debieron salir.
Y cuando vea como se cierran una tras otra las Herrikotabernas (o como quiera que se llamen esos antros) y se produzca una repentina emigración de alimañas hacia Méjico o hacia Venezuela para evitar su previsible ingreso en prisión.
Y en los aires de cambio y el hartazgo del pueblo vasco, empezaré a creer cuando vea en las noticias como han arrojado pintura roja sobre las fachadas de los locales de ANV, y cuando sus malolientes militantes se quejen de que tienen que quedarse encerraditos en casa con un poquito de agorofobia, por aquello de que a lo mejor sus vecinos los mochan a palos cuando vayan de txiquitos.
Porque estos anormales son unos cobardes y unos chulos, y eso es lo único que entienden.
Y porque ni mil, ni cien mil, ni doscientos mil bastardos pueden tener en jaque a treinta y cinco millones de españoles.
Y si ahora están así es porque en los últimos años, nuestro presidente de gobierno en persona y sus ignaros secuaces, les han dado cuerda de lo lindo, los han legitimado, los han financiado (a través de la legalización de su brazo político), les ha dado un apoyo internacional vergonzoso...
¿O acaso miento?
Así que menos "to stage" y mas "to work".