La Conferencia Episcopal, siempre presta a escandalizar a los españoles, se ha atrevido a decir en un comunicado que esto del anteproyecto de ley que va a regular el parricidio materno es algo malo, que está feo.
Y lo ha dicho así, con toda su cara, sin cortarse ni un pelo.
Lógicamente la pijo-progresía y la zarrapastra ha puesto el grito en el cielo (valga el lugar donde poner el grito) por tamaña muestra de hipocresía.
Parece ser que la Iglesia - a decir de estos filósofos - va cambiando de actitud ante el aborto segun mande el PP o el PSOE.
Parece ser, también segun afirman estos ilustres pensadores, que la propuesta nueva es exactamente lo mismo que la anterior pero con "mas garantías jurídicas".
No es de recibo, además, que la Iglesia dictamine lo que está bien y mal... eso corresponde - como no puede ser de otra forma - al Congreso de los Diputados.
La preclara inteligencia de Pepiño Blanco, faro de iluminación intelectual donde los haya, ejemplo de profundidad apologética de la razón, cima máxima del pensamiento progresista y evolucionado, hombre inmenso que casi empezó una carrera, tras un proceso intelectual que asombraría al propio Obama, le ha llevado a señalar con el dedo al culpable de todos los problemas en referencia al hecho social del aborto: La iglesia.
Los católicos, retrógradas rémoras de la evolución humana, nos negamos aceptar la generosa luz que estos adalides del progreso sin límites tan generosamente nos dispensan.
Y es que matar a un inocente es un derecho cuando lo hace su madre y siempre que sea cuando y como ellos digan. (El padre aquí no opina porque como es hombre que le den por la retambufa).
Y hay que preservar mediante garantías juridicas a los carniceros que se dedican a estas prácticas... a quienes podríamos aplicarles literalmente lo de matasanos.
Y al proyecto de notario o de futbolista se le trocea sin contemplación y sin que nadie vele por sus derechos ya que su condición de ser humano "no tiene base cientifica" (la bibi dixit).
Y el Congreso de los Diputados tiene potestad para decidir sobre el Orto y el Ocaso, el devenir de las mareas, la existencia de la física cuantica, y la canonización de San Francisco... porque la luz es la luz y el progreso eso es lo que tiene.
No es que sean tontos (que lo son hasta la nausea) es que son mas malos que la quina.
Y lo ha dicho así, con toda su cara, sin cortarse ni un pelo.
Lógicamente la pijo-progresía y la zarrapastra ha puesto el grito en el cielo (valga el lugar donde poner el grito) por tamaña muestra de hipocresía.
Parece ser que la Iglesia - a decir de estos filósofos - va cambiando de actitud ante el aborto segun mande el PP o el PSOE.
Parece ser, también segun afirman estos ilustres pensadores, que la propuesta nueva es exactamente lo mismo que la anterior pero con "mas garantías jurídicas".
No es de recibo, además, que la Iglesia dictamine lo que está bien y mal... eso corresponde - como no puede ser de otra forma - al Congreso de los Diputados.
La preclara inteligencia de Pepiño Blanco, faro de iluminación intelectual donde los haya, ejemplo de profundidad apologética de la razón, cima máxima del pensamiento progresista y evolucionado, hombre inmenso que casi empezó una carrera, tras un proceso intelectual que asombraría al propio Obama, le ha llevado a señalar con el dedo al culpable de todos los problemas en referencia al hecho social del aborto: La iglesia.
Los católicos, retrógradas rémoras de la evolución humana, nos negamos aceptar la generosa luz que estos adalides del progreso sin límites tan generosamente nos dispensan.
Y es que matar a un inocente es un derecho cuando lo hace su madre y siempre que sea cuando y como ellos digan. (El padre aquí no opina porque como es hombre que le den por la retambufa).
Y hay que preservar mediante garantías juridicas a los carniceros que se dedican a estas prácticas... a quienes podríamos aplicarles literalmente lo de matasanos.
Y al proyecto de notario o de futbolista se le trocea sin contemplación y sin que nadie vele por sus derechos ya que su condición de ser humano "no tiene base cientifica" (la bibi dixit).
Y el Congreso de los Diputados tiene potestad para decidir sobre el Orto y el Ocaso, el devenir de las mareas, la existencia de la física cuantica, y la canonización de San Francisco... porque la luz es la luz y el progreso eso es lo que tiene.
No es que sean tontos (que lo son hasta la nausea) es que son mas malos que la quina.