"El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, aseguró este lunes que "acatarán" y harán "cumplir" la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña que salga del Tribunal Constitucional, aunque advirtió de que si se produce una rebaja del texto habrá un "pequeño problema" que confía que se pueda resolver, aunque no adelantó la postura que adoptaría su Gobierno. En su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, Montilla dejó claro que defenderán el Estatut "hasta sus últimas consecuencias" y que no renunciarán al nivel de autogobierno que está plasmado en el texto, que votaron convencidos de que sería un pacto político "de largo alcance". El presidente catalán ha vuelto a advertir que "menospreciar la dignidad catalana es una grave irresponsabilidad", en referencia directa a que haya una sentencia del Tribunal Constitucional contraria al Estatuto de Cataluña. Montilla ha querido aclarar que no se refería con esta frase, "a un editorial conjunto, sino a toda la sociedad, y aún no conocen la fuerza de la sociedad catalana". Añadió que la sociedad catalana quiere participar de una España que no les exija ser "menos catalanes" y alertó de que lo que conviene a Cataluña, conviene a España y que si le va mal a Cataluña también le irá mal a España." [EC 30/11/2009]
No lo pueden evitar.
Haber mamado de una ideología que tradicionalmente ha demostrado tener una falta de respeto atroz por el ser humano, siempre acaba pasando factura.
Si a la lacra de ser marxista (esos que cada vez que cogen el poder desbaratan un país) se le une el tener que estar pidiendo perdón por haber nacido en la provincia de Córdoba, apaga y vámonos.
Como niños malcriados, de esos que no han recibido un bofetón a tiempo, nuestros políticos catalanes se rebotan al pensar que les puedan enmendar la plana.
Deponen un Estatuto que no va a ninguna parte, refrendado (no se olviden) por tres de cada diez catalanes con derecho a voto, pasteleado por Zetapé el magnífico en persona, que es abiertamente inconstitucional... y cuando parece que les pueden decir aquello de “niño, eso no se hace”, aprietan los puños y se ponen a amenazar a todo el mundo.
Les sale para afuera el síndrome del chulo de la barraca y hacen lo único que saben hacer: intimidar.
Y digo lo único porque para lo demás son un desastre... y a las pruebas de cómo está Cataluña (y el caminito que lleva) me remito.
Ahora va a resultar que ese montón de basura mal redactado es el depositario de la “dignidad” de los catalanes... ¿En tan poca estima tienen la dignidad de los catalanes?
Dice el chuleta de Iznajar que acatará la sentencia... ¿Es que pensaba no acatarla?
¿Que quiere decir “hasta sus últimas consecuencias”?
El federalista Maciá (paquito para sus compañeros del Arma de Ingenieros del ejército español), artífice de esa cosa que duró cuarenta y ocho horas mal contadas y un intento de golpe de estado que abortaron unos cuantos gendarmes en Francia, trató de hacer pasar por el aro a toda España proclamando una república federal que sólo existía en su enferma cabeza... lo de Montilla es similar, porque quiere cambiar la Constitución de España para que se adapte al “Pastatut” de los amigos de Millet.
Hay una diferencia.
Cuando Maciá se puso a hacer el cimbel, en España había un gobierno...
Con Zetapé al frente del ejecutivo, lo que pueda pasar es una incógnita, encerrada en un enigma, envuelta en un misterio.
Pero bueno - lo que se dice bueno - seguro que no es.
Haber mamado de una ideología que tradicionalmente ha demostrado tener una falta de respeto atroz por el ser humano, siempre acaba pasando factura.
Si a la lacra de ser marxista (esos que cada vez que cogen el poder desbaratan un país) se le une el tener que estar pidiendo perdón por haber nacido en la provincia de Córdoba, apaga y vámonos.
Como niños malcriados, de esos que no han recibido un bofetón a tiempo, nuestros políticos catalanes se rebotan al pensar que les puedan enmendar la plana.
Deponen un Estatuto que no va a ninguna parte, refrendado (no se olviden) por tres de cada diez catalanes con derecho a voto, pasteleado por Zetapé el magnífico en persona, que es abiertamente inconstitucional... y cuando parece que les pueden decir aquello de “niño, eso no se hace”, aprietan los puños y se ponen a amenazar a todo el mundo.
Les sale para afuera el síndrome del chulo de la barraca y hacen lo único que saben hacer: intimidar.
Y digo lo único porque para lo demás son un desastre... y a las pruebas de cómo está Cataluña (y el caminito que lleva) me remito.
Ahora va a resultar que ese montón de basura mal redactado es el depositario de la “dignidad” de los catalanes... ¿En tan poca estima tienen la dignidad de los catalanes?
Dice el chuleta de Iznajar que acatará la sentencia... ¿Es que pensaba no acatarla?
¿Que quiere decir “hasta sus últimas consecuencias”?
El federalista Maciá (paquito para sus compañeros del Arma de Ingenieros del ejército español), artífice de esa cosa que duró cuarenta y ocho horas mal contadas y un intento de golpe de estado que abortaron unos cuantos gendarmes en Francia, trató de hacer pasar por el aro a toda España proclamando una república federal que sólo existía en su enferma cabeza... lo de Montilla es similar, porque quiere cambiar la Constitución de España para que se adapte al “Pastatut” de los amigos de Millet.
Hay una diferencia.
Cuando Maciá se puso a hacer el cimbel, en España había un gobierno...
Con Zetapé al frente del ejecutivo, lo que pueda pasar es una incógnita, encerrada en un enigma, envuelta en un misterio.
Pero bueno - lo que se dice bueno - seguro que no es.