A veces me despierto en mitad de la noche y no se donde estoy.
Tienen que pasar unos segundos para que me ubique, para que mi perezoso cerebro recomponga la habitación en que me encuentro... porque el sueño ha sido tan real que me embarga una intensa sensación de incertidumbre.
No sé donde termina el sueño y donde empieza la vigilia.
Afortunadamente, como ya he dicho, son sólo unos segundos de inexistencia, porque la realidad - mucho mas intensa en sensaciones que cualquier sueño - te devuelve drásticamente a la certidumbre de tu propia presencia en el mundo.
De higos a peras, cuando eso sucede, siento cierto pesar por no seguir inmerso en el sueño, porque la realidad, indomable y fría, es fea y tozuda... y en ella está Zapatero.
Y con Zapatero, adulándole, viviendo de nuestros impuestos, una masa incontable de sinvergüenzas, de españolitos sin crisis, de negadores de la evidencia... de miserables que afirman que España nunca ha estado mejor.
Y poco a poco el quiste se hace mas grande, los sentimientos mas turbios, el odio mas palpable, la miseria mas presente...
Acaba un año horrible y viene uno que se adivina de aúpa.
Yo les deseo a ustedes que el año que viene les traiga toda suerte de venturas, y que las cosas malas que les sucedan sean para bien, que forjen su espíritu y afiancen su fé.
Yo - si me disculpan - me vuelvo a la cama.
Cuando ZP y su caterva de miserables se hayan ido ¿Harán el favor de despertarme?
Tienen que pasar unos segundos para que me ubique, para que mi perezoso cerebro recomponga la habitación en que me encuentro... porque el sueño ha sido tan real que me embarga una intensa sensación de incertidumbre.
No sé donde termina el sueño y donde empieza la vigilia.
Afortunadamente, como ya he dicho, son sólo unos segundos de inexistencia, porque la realidad - mucho mas intensa en sensaciones que cualquier sueño - te devuelve drásticamente a la certidumbre de tu propia presencia en el mundo.
De higos a peras, cuando eso sucede, siento cierto pesar por no seguir inmerso en el sueño, porque la realidad, indomable y fría, es fea y tozuda... y en ella está Zapatero.
Y con Zapatero, adulándole, viviendo de nuestros impuestos, una masa incontable de sinvergüenzas, de españolitos sin crisis, de negadores de la evidencia... de miserables que afirman que España nunca ha estado mejor.
Y poco a poco el quiste se hace mas grande, los sentimientos mas turbios, el odio mas palpable, la miseria mas presente...
Acaba un año horrible y viene uno que se adivina de aúpa.
Yo les deseo a ustedes que el año que viene les traiga toda suerte de venturas, y que las cosas malas que les sucedan sean para bien, que forjen su espíritu y afiancen su fé.
Yo - si me disculpan - me vuelvo a la cama.
Cuando ZP y su caterva de miserables se hayan ido ¿Harán el favor de despertarme?