No me llega la camisa al cuerpo.
Zapatero ha dicho que va a subir los impuestos de forma limitada y temporal.
También ha dicho que no va a afectar a las rentas bajas… pero a la primera de cambio se ha dejado caer con una subida de los impuestos indirectos.
Que nos estaba preparando una encerrona ya se veía venir. Estos tíos no dicen la verdad ni con una pistola en el pecho, y – me imagino que coincidirán conmigo – la subida de la gasolina, el tabaco, el alcohol, el cafelito de a cero ochenta y el kilo de conejo, afectan mas a las rentas bajas que a las altas.
Y eso es así porque en tema de impuestos – matemática elemental – hacen más muchos pocos que pocos muchos… y es evidente que se recauda más subiendo la gasolina que el IRPF.
Que esto es así lo demuestra el hecho de que el precio de los combustibles parece regirse por leyes distintas al precio del barril de crudo. Cuando el barril está a treinta dólares el litro de gasolina vale un euro, cuando el barril está a quince dólares, el precio de la gasolina vale un euro y tres céntimos… si se compra a mitad de precio ¿por qué se encarece el producto?
Hay alguna razón técnica derivada de la dificultad creciente de encontrar crudo… pero eso debería repercutir en el barril, no en el litro de gasolina.
Lo cierto es que – al final – trabajar a veinte kilómetros de casa es una fuente de ingresos para que nuestra numerosa e innecesaria patuléa de subvencionados vivan como reyes a costa de nuestros lomos.
Pero con todo, lo que mas me preocupa de lo que escucho es la ausencia absoluta de algún plan de austeridad… no están dispuestos a renunciar al despilfarro.
Es una extraña forma de sacarnos de la crisis… gastando dinero a tontas y a locas.
Quizá, cuando dicen que ven brotes verdes es porque se refieren a sus propios sueldos, pues para ellos, la crisis, sencillamente, no existe.
Por eso no me llega la camisa al cuerpo.
Y eso que hoy por hoy, todavía no me han quitado la camisa… aunque están en ello.
Zapatero ha dicho que va a subir los impuestos de forma limitada y temporal.
También ha dicho que no va a afectar a las rentas bajas… pero a la primera de cambio se ha dejado caer con una subida de los impuestos indirectos.
Que nos estaba preparando una encerrona ya se veía venir. Estos tíos no dicen la verdad ni con una pistola en el pecho, y – me imagino que coincidirán conmigo – la subida de la gasolina, el tabaco, el alcohol, el cafelito de a cero ochenta y el kilo de conejo, afectan mas a las rentas bajas que a las altas.
Y eso es así porque en tema de impuestos – matemática elemental – hacen más muchos pocos que pocos muchos… y es evidente que se recauda más subiendo la gasolina que el IRPF.
Que esto es así lo demuestra el hecho de que el precio de los combustibles parece regirse por leyes distintas al precio del barril de crudo. Cuando el barril está a treinta dólares el litro de gasolina vale un euro, cuando el barril está a quince dólares, el precio de la gasolina vale un euro y tres céntimos… si se compra a mitad de precio ¿por qué se encarece el producto?
Hay alguna razón técnica derivada de la dificultad creciente de encontrar crudo… pero eso debería repercutir en el barril, no en el litro de gasolina.
Lo cierto es que – al final – trabajar a veinte kilómetros de casa es una fuente de ingresos para que nuestra numerosa e innecesaria patuléa de subvencionados vivan como reyes a costa de nuestros lomos.
Pero con todo, lo que mas me preocupa de lo que escucho es la ausencia absoluta de algún plan de austeridad… no están dispuestos a renunciar al despilfarro.
Es una extraña forma de sacarnos de la crisis… gastando dinero a tontas y a locas.
Quizá, cuando dicen que ven brotes verdes es porque se refieren a sus propios sueldos, pues para ellos, la crisis, sencillamente, no existe.
Por eso no me llega la camisa al cuerpo.
Y eso que hoy por hoy, todavía no me han quitado la camisa… aunque están en ello.