La nueva línea de ataque de la maquinaria orwelliana de la izquierda, es hacer llegar a la sociedad que el PSOE debe recibir los apoyos que sean precisos para poder gobernar sin necesidad del recurrir a pactos con los grupos anti-españoles, anti-constitucionales, golpistas, filoetarras, o pro-narcodictadores.
Esta línea se sustenta sobre la inapelable realidad de que el PSOE es un partido que, con tal de gobernar, es capáz de prenderle fuego a España.
Pronunciarse en el sentido de "evitar" que el PSOE gobierne con los enemigos del Estado, lleva implicito afirmarse en el convencimiento de que - llegado el caso - el PSOE va a pactar con ellos.
En un siniestro ejercicio de cinismo, el PSOE pretende culpar a los demás de las vergonzosas cesiones que está dispuesto a hacer a los dinamiteros... si no me dejais gobernar "no me va a quedar otro remedio" que pactar con los representantes de los asesinos y los golpistas.
Y la derecha, que no es mas tonta porque no entrena, está dispuesta a comprar el argumento.
Lo cierto es que da igual que Pedro Sánchez gobierne sólo o con Pablo Iglesias y sus amigos los golpistas.
Da igual porque el gobierno de Pedro Sánchez no garantiza una línea clara, una estrategia de futuro, un plan a largo plazo... ni tan siquiera garantiza que todo lo que tratamos de evitar prestándole apoyo no vaya a materializarse.
Pedro Sánchez gobernará "al día" dejánadose llevar por "no se sabe qué" para mantener su ego a la altura de su satisfacción personal.
Y como carece de palabra, desconoce la verdad, no tiene escrúpulos y es campeón mundial de hedonismo, prestarle apoyo o no, es indiferente.
Así que la "derecha" haría bien en no comprarle esa mercancía averiada al partido español de todas las traiciones.
Si el PSOE quiere pactar con los asesinos de ETA y sus cómplices, si quiere hacer cesiones a los golpistas, que lo haga.
Pero que no cante milongas... y mucho menos nos haga a los demás responsables.