Resulta que al final, "Infancia Libre" no era mas que una banda de malhechores.
Esa asociación que fue asesora oficial de Podemos en materia de "violencia de género", que recibía jugosas subvenciones públicas, no era mas que un club de criminales.
Se dedicaban a hacer denuncias falsas y dar asesoramiento y soporte a aquellas mujeres que - vulnerando la ley - querían impedir que los padres de sus hijos tuviesen algo que ver con su custodia... y se nutría, además, de nuestros impuestos.
Había en esta banda psicólogos, psiquiatras, abogados y políticos que - debido a su naturaleza despreciable y a la peligrosa ideología que profesan - falseaban informes para dar sustento a esas acusaciones que (no se lo pierdan) no sólo aprovechaban los múltiples agujeros legales que ofrece la lamentable ley de violencia de género, sino que dando un paso mas, ponían a los inocentes padres ante la tesitura de tener que defenderse de un delito de abusos sexuales a sus propios hijos.
Los niños eran literalmente secuestrados por sus madres que, debido a que nacieron hembras, disponían de una credibilidad que se sustraía a sus cónyuges.
Todo muy edificante.
Les proporcionaban refugios donde la policía no podía encontrarlas pese a que sobre las secuestradoras, una vez probada la falsedad de las acusaciones, pesaban ordenes de captura.
En el momento de escribir estas líneas, el psiquiatra principal de la trama mafiosa, que hemos sabido que era asesor de Zapatero en materia de violencia de genero, sigue en la calle ejerciendo su profesión en vez de estar meditando en Soto del Real.
Las secuestradoras campan a sus anchas por aquello de que la justicia, como norma en España, procede con una lentitud exasperante...
Nada, absolutamente nada, en esta caterva de malnacidos es defendible.
No me cabe duda de que - al final - la trama será desmontada y de una forma u otra, los responsables de esta cosa vergonzosa terminarán en la trena... pero mientras tanto, aquellos que apoyaron y subvencionaron esta actividad delictiva están haciendo aquello de "a mi que me registren".
Y puedo entender que una banda de criminales engañe a las instituciones para obtener de ellas una ventaja económica, pero lo que no puedo soportar es que tras destaparse algo tan escandaloso como esto, no se esté exigiendo al Estado que revise las subvenciones que da, a quien se las da, y que hacen con ellas.
Porque si los responsables de decidir que se hace con las subvenciones no reciben un tirón de orejas, y no se produce un replanteamiento integral de la distribución de ese dinero, dejaremos de hablar de desidia para empezar a hablar de complicidad.
Y eso es lo peor, porque aquí lo que se percibe, es que la maquinaria de trincar, de robarle la cartera al contribuyente, de hacer que parientes y correligionarios vivan sin dar palo al agua, se articula sobre el Estado y sus representantes "libremente elegidos".
El experto mundial en diluir dinero público - sin lugar a dudas - es el PSOE, con el PSOE de Andalucía a la cabeza como encargado de impartir los masters en fraude.
Al ser expulsados de la "Junta", nos hemos encontrado ante una sofisticada organización cuya finalidad era distribuir nuestros impuestos entre sus amigos.
Como muestra valga el botón de la "Agencia de Instituciones Culturales" (creada por la Junta de Andalucía en su larguísima etapa socialista) en la que con 483 empleados y 24 millones de euros de presupuesto, se destinaba dieciocho millones a pagar sueldos, cinco mas a sostenimiento de la infraestructura y uno, solamente uno, al desarrollo de la actividad que justificó su creación.
Veintitrés millones de euros diluidos en colocar amigos y parientes... y no es la única.
De las asociaciones para "visibilizar" cosas o dar "chocho-charlas" (y no invento nada) prefiero no hablar.
Infancia Libre no habría podido recibir subvenciones si el grifo público hubiese estado sujeto a un control riguroso en manos de personas honradas...
Pero no es así... ni rigor, ni control, ni personas honradas.
Y eso hay que cambiarlo.
Aunque sólo sea para evitar que proliferen las "asociaciones" como "Infancia Libre".