Esta mañana he asistido a la tradicional pitada contra Zapatero viéndola por la tele.
Mañana los tertulianos de la zarrapastra afearán la conducta del pueblo diciendo cosas como que el pitar a nuestro presidente del gobierno en un acto institucional es hacer gala de un comportamiento anómalo en un ciudadano demócrata.
Y mentirán.
Porque Zapatero nunca, jamás, ha sido el presidente de los españoles.
Zapatero, desde que llegó al poder, ha sido el presidente de una parte de los españoles y el azote de la otra mitad.
Todo lo que ha tocado lo ha desbaratado, y como es un inútil y un soberbio, rodeado de una legión de pelotas e indocumentados, ha tocado muchas cosas que tenía que haber dejado como estaban.
Su sectarismo y el de la chusmaza que le acompaña en este viaje le ha hecho incapaz de reconocer la realidad cuando le estaba estallando en las narices, le ha dado la fuerza para patear las tradiciones del pueblo al que supuestamente servía, para no reconocer los méritos de los españoles que en montañas lejanas y desiertos remotos mantenían viva la llama de occidente, para llevarnos, en fin, a una ruina económica y moral en la que vamos a estar sumidos durante décadas...
Por eso pitan a Zapatero, a Rubalcaba, a la Chacón y a cualquiera que represente a este gobierno infame de políticos contra su pueblo.
Han despilfarrado nuestro dinero y – lo que es peor – se lo han repartido entre ellos y sus amigos.
No han gobernado España, la han expoliado.
Y son responsables de ello aunque la justicia (ese ente imaginario) no actúe ni piense actuar contra sus desmanes.
No les gusta que les piten… y para evitarlo lo tienen muy fácil.
Convoque elecciones ZP.
Convoque elecciones y márchese a su casa de una puñetera vez.
Y Mariano que se aplique el cuento, porque las inexistentes barbas de Zapatero ya las están pelando, y si no pone las cosas en su sitio, las siguientes barbas van a ser las suyas.
Mañana los tertulianos de la zarrapastra afearán la conducta del pueblo diciendo cosas como que el pitar a nuestro presidente del gobierno en un acto institucional es hacer gala de un comportamiento anómalo en un ciudadano demócrata.
Y mentirán.
Porque Zapatero nunca, jamás, ha sido el presidente de los españoles.
Zapatero, desde que llegó al poder, ha sido el presidente de una parte de los españoles y el azote de la otra mitad.
Todo lo que ha tocado lo ha desbaratado, y como es un inútil y un soberbio, rodeado de una legión de pelotas e indocumentados, ha tocado muchas cosas que tenía que haber dejado como estaban.
Su sectarismo y el de la chusmaza que le acompaña en este viaje le ha hecho incapaz de reconocer la realidad cuando le estaba estallando en las narices, le ha dado la fuerza para patear las tradiciones del pueblo al que supuestamente servía, para no reconocer los méritos de los españoles que en montañas lejanas y desiertos remotos mantenían viva la llama de occidente, para llevarnos, en fin, a una ruina económica y moral en la que vamos a estar sumidos durante décadas...
Por eso pitan a Zapatero, a Rubalcaba, a la Chacón y a cualquiera que represente a este gobierno infame de políticos contra su pueblo.
Han despilfarrado nuestro dinero y – lo que es peor – se lo han repartido entre ellos y sus amigos.
No han gobernado España, la han expoliado.
Y son responsables de ello aunque la justicia (ese ente imaginario) no actúe ni piense actuar contra sus desmanes.
No les gusta que les piten… y para evitarlo lo tienen muy fácil.
Convoque elecciones ZP.
Convoque elecciones y márchese a su casa de una puñetera vez.
Y Mariano que se aplique el cuento, porque las inexistentes barbas de Zapatero ya las están pelando, y si no pone las cosas en su sitio, las siguientes barbas van a ser las suyas.