Hace un par de días una tocapelotas poco agraciada (seguramente valga la redundancia) se acercó a montarle el numerito al Príncipe de Asturias para conseguir, como muy bien dijo Don Felipe, “su minuto de gloria”.
Los que me conocen y los que me leen saben que no me distingo por mi filia a la monarquía… pero una cosa es que uno no sea monárquico y otra que sienta la necesidad de largarle impertinencias a la familia real cuando se tropieza con ella por la calle.
Los que me conocen y los que me leen saben que no me distingo por mi filia a la monarquía… pero una cosa es que uno no sea monárquico y otra que sienta la necesidad de largarle impertinencias a la familia real cuando se tropieza con ella por la calle.
Para más INRI, los medios de comunicación, en vez de ignorar a esta cosa con pelos y no darle ni un segundo de atención, le ponen un micrófono frente a esa boca llena de dientes para que la señorita eructe un par de sandeces.
¿Saben cual es el resultado previsible de esto?... que cada vez que alguien de la familia real se desplace a algún acto, un homínido con ansias de “su minuto de gloria”, hará cualquier estupidez para que le pongan un micrófono por delante.
Lo de la Puerta del Sol se habría quedado en nada si los medios de comunicación hubiesen ignorado a los perroflautas en vez de darles aliento informativo…
Como resultado predecible a la atención mediática a los induchados, hoy, en un Carrefour murciano, medio centenar de retrasados mentales faltos de desodorante han montado - en nombre del 15-M, fecha que por lo visto ampara cualquier fechoría - un numerito estupendo con los carros de la compra.
Y como Rubalcabra está a otra cosa, en España vivimos una situación como la del salvaje Oeste pero sin el derecho constitucional a portar armas.
Si a nuestros políticos les pasase lo que a Geeir H. Haarde en Islandia, otro gallo cantaría.
Pero no se por qué sospecho que en chorizolandia de los pirineos, eso no va a pasar.
¿Saben cual es el resultado previsible de esto?... que cada vez que alguien de la familia real se desplace a algún acto, un homínido con ansias de “su minuto de gloria”, hará cualquier estupidez para que le pongan un micrófono por delante.
Lo de la Puerta del Sol se habría quedado en nada si los medios de comunicación hubiesen ignorado a los perroflautas en vez de darles aliento informativo…
Como resultado predecible a la atención mediática a los induchados, hoy, en un Carrefour murciano, medio centenar de retrasados mentales faltos de desodorante han montado - en nombre del 15-M, fecha que por lo visto ampara cualquier fechoría - un numerito estupendo con los carros de la compra.
Y como Rubalcabra está a otra cosa, en España vivimos una situación como la del salvaje Oeste pero sin el derecho constitucional a portar armas.
Si a nuestros políticos les pasase lo que a Geeir H. Haarde en Islandia, otro gallo cantaría.
Pero no se por qué sospecho que en chorizolandia de los pirineos, eso no va a pasar.