No lo puedo evitar, me pone del hígado.
Me pone del hígado que los mismos que han permitido (e impulsado, no lo olvidemos) la legalización de Bildu y su entrada “en las instituciones”, es decir, en el erario, se permitan hacer una acto de homenaje a las victimas del terrorismo.
El homenaje se ha desarrollado en un hemiciclo semivacío en el que las principales asociaciones de victimas no han querido estar.
Estaba la mamporrera del PSOE, Pilarín Manjón, por aquello de que hay que justificar el sueldo y las subvenciones, pero los que han defendido siempre la dignidad y la justicia, no estaban.
Cuando digo hemiciclo semivacío también hago alusión a sus golferías, que no señorías, a quienes les ha parecido que asistir a un acto así no merecía la pena.
El coleccionista de áticos, caballos e inexplicables plusvalías, el mismísimo mister Hide, convertido esta vez en Doctor Jekyll, aprovechaba para acusar a quienes se habían negado a asistir al aquelarre de “partidistas”.
Porque en España, quien no hace lo que estos hipócritas dicen que hay que hacer, son “partidistas”.
Y yo me pongo del hígado.
Porque estoy harto de esta partida de chorizos públicos que nos gobiernan me den una colleja y luego me exijan que sonría.
Obras son amores… “señor” Bono.
Así que menos discursos y más apoyar a las víctimas del terrorismo evitando que su jefe de filas, a quien le deseo un largo y pronto retiro, pacte con los enemigos de España la destrucción de nuestro Estado de Derecho.
Y no les dé lecciones de dignidad a las víctimas del terrorismo… al contrario que usted, ellos son hombres y mujeres de bien, y no necesitan que un esquizofrénico, melifluo e hipócrita, incapaz de explicar el origen de su fortuna, les marque el camino.