En los países árabes cada vez que sucede un hecho que se sale de lo común, podemos ver por la tele a una masa enorme de personas de todas las edades haciendo aspavientos, dando voces, quemando banderas… cuando no pegando tiros al aire con un Kalashnikov.
Suceda lo que suceda.
De hecho, en ocasiones, el evento que lanza a la calle al personal es algo que sucede en otro continente… algo que no se puede decir que afecte directamente a los congregados.
Pero lo cierto es que con cualquier excusa, se monta el belén.
Siempre me he preguntado a que podía deberse ese fenómeno, y un día, comentándolo con un amigo, recibí la siguiente respuesta: “Se apuntan a cualquier cosa porque no tienen nada que hacer en todo el día”.
Admito que al principio pensé que me estaba tomando el pelo, pero – bien pensado – no le falta algo de razón. Si estás todo el día en la calle sin dar palo al agua, tu disponibilidad para gritar donde haga falta es elevadísima.
En España el fenómeno gritón se está recrudeciendo por el hecho de que cinco millones de parados y una incontable masa de jóvenes incapaces de adquirir la condición de trabajador, no tienen otra cosa que hacer en todo el día.
Los jóvenes que se apuntan al griterío, acampada, asalto a supermercado o lo que sea que haya que hacer para salir en la sexta, en su mayoría carecen de empleo porque son – básicamente - inempleables, y los que podrían acceder a un empleo (llegado el caso) no están dispuesto a trabajar en algo que pueda hacer un inmigrante.
Muchos de ellos son universitarios porque se han matriculado de alguna cosa, pero dado que se entregan por completo al oficio de tocapelotas, no creo que puedan desempeñar otro trabajo mas serio en unos cuantos años.
Representantes de nadie, avalados por ningún voto, respaldados por el vacío mas absoluto, estos desocupados pretenden imponernos su berreona ley sin acatar – dicho sea de paso – ninguna otra norma.
El 15-M es la maquinaria que Rubalcaba y la izquierda bananera va a echar contra el PP ahora que pierde poder... lo que han hecho siempre: si no se lo da las urnas, lo toman por la fuerza.
Porque en manos del PSOE, caramba ¡qué coincidencia!, España ha dejado de ser un Estado de Derecho.