Uno de los temas para los que estoy más “sensibilizado” (como dicen los cursis) es el del terrorismo.
Esta lacra que padecemos en España desde que tengo uso de razón, parece haberse convertido en un problema endémico.
Por supuesto, cuando hablo de terrorismo me estoy refiriendo a ETA y GRAPO, porque terrorismo islámico en España – gracias a Dios – no ha habido nunca por mas que se empeñe la progresía en convencernos de los contrario… algo parecido sucede con el “terrorismo de ultraderecha”, que por mas que lo busco no doy con él.
El terrorismo en España es de izquierdas, única y exclusivamente de izquierdas… y goza de la simpatía ideológica de la zarrapastra y la progresía, siempre dispuestas a apoyar a quien comparta su enfermiza devoción por Carlos Marx y los asesinos de masas que le sucedieron.
ETA, GRAPO, Llamazares, Carod Rovira y Zapatero tienen algo en común: son marxistas… y comparten una visión del mundo en la que los que no son como ellos, no tienen cabida.
Así ZetaPé, que tanto empeño puso en negociar una salida “honrosa” para ETA, no quiere ni oír hablar de los ciudadanos que sufrieron los desmanes de esa caterva de asesinos.
Para demostrar su desprecio por las víctimas del terrorismo, además de no asistir a acto alguno, recortar la financiación de las asociaciones de victimas calificables de decentes (suponemos que para enriquecer a Pilar Bardem y su sindicato de la ceja), llamar a Otegui “hombre de paz”, definir como “accidente” a lo que pasó en la T4, permitir que se cierrase en falso el macrojuicio del 11M y otras menudencias, rebuscó en las cloacas hasta encontrar a un hermano masón, de esos que pierden aceite, que sirviese para machacar a las asociaciones de víctimas… y no pudo elegir mejor, porque nombró “Alto Comisionado” a un hombre bajito, malo, sectario hasta la médula y – para nuestro mal - bastante listo.
El señor Barba, responsable entre otros de la basura de Constitución que tenemos, se aplicó con entusiasmo a destruir cualquier intento de que se hiciese justicia a las víctimas, sobre todo, a las del 11M… misión adecuada para un ser humano científicamente comprobado que inició su trayectoria profesional como abogado de etarras.
Pero hay mas… en el ocaso de la tan negada “negociación”, supimos que mientras ZP firmaba el “pacto antiterrorista” con Aznar, los contactos del PSOE con ETA estaban produciéndose.
Carod se reunió con ETA en Francia para pedirles que no matasen en Cataluña, pues que matasen en Sevilla no le parecía, por lo visto, demasiado mal… ¿Recuerdan ustedes si este ser vivo fue procesado por ese delito?
Por eso, y porque la progresía española no tiene a nadie a su izquierda, es por lo que este divieso se está enquistando.
Y porque en el fondo es más fácil ensañarse con los que van a misa que con los que ponen bombas…
Con ETA se puede acabar… ya lo creo.
Lo que pasa es que hay que querer hacerlo.
Esta lacra que padecemos en España desde que tengo uso de razón, parece haberse convertido en un problema endémico.
Por supuesto, cuando hablo de terrorismo me estoy refiriendo a ETA y GRAPO, porque terrorismo islámico en España – gracias a Dios – no ha habido nunca por mas que se empeñe la progresía en convencernos de los contrario… algo parecido sucede con el “terrorismo de ultraderecha”, que por mas que lo busco no doy con él.
El terrorismo en España es de izquierdas, única y exclusivamente de izquierdas… y goza de la simpatía ideológica de la zarrapastra y la progresía, siempre dispuestas a apoyar a quien comparta su enfermiza devoción por Carlos Marx y los asesinos de masas que le sucedieron.
ETA, GRAPO, Llamazares, Carod Rovira y Zapatero tienen algo en común: son marxistas… y comparten una visión del mundo en la que los que no son como ellos, no tienen cabida.
Así ZetaPé, que tanto empeño puso en negociar una salida “honrosa” para ETA, no quiere ni oír hablar de los ciudadanos que sufrieron los desmanes de esa caterva de asesinos.
Para demostrar su desprecio por las víctimas del terrorismo, además de no asistir a acto alguno, recortar la financiación de las asociaciones de victimas calificables de decentes (suponemos que para enriquecer a Pilar Bardem y su sindicato de la ceja), llamar a Otegui “hombre de paz”, definir como “accidente” a lo que pasó en la T4, permitir que se cierrase en falso el macrojuicio del 11M y otras menudencias, rebuscó en las cloacas hasta encontrar a un hermano masón, de esos que pierden aceite, que sirviese para machacar a las asociaciones de víctimas… y no pudo elegir mejor, porque nombró “Alto Comisionado” a un hombre bajito, malo, sectario hasta la médula y – para nuestro mal - bastante listo.
El señor Barba, responsable entre otros de la basura de Constitución que tenemos, se aplicó con entusiasmo a destruir cualquier intento de que se hiciese justicia a las víctimas, sobre todo, a las del 11M… misión adecuada para un ser humano científicamente comprobado que inició su trayectoria profesional como abogado de etarras.
Pero hay mas… en el ocaso de la tan negada “negociación”, supimos que mientras ZP firmaba el “pacto antiterrorista” con Aznar, los contactos del PSOE con ETA estaban produciéndose.
Carod se reunió con ETA en Francia para pedirles que no matasen en Cataluña, pues que matasen en Sevilla no le parecía, por lo visto, demasiado mal… ¿Recuerdan ustedes si este ser vivo fue procesado por ese delito?
Por eso, y porque la progresía española no tiene a nadie a su izquierda, es por lo que este divieso se está enquistando.
Y porque en el fondo es más fácil ensañarse con los que van a misa que con los que ponen bombas…
Con ETA se puede acabar… ya lo creo.
Lo que pasa es que hay que querer hacerlo.