En esa parte del mundo donde tenemos unos cuantos soldados en misión humanitaria, el premio Nobel de la Paz ha ordenado una ofensiva en toda regla para desalojar a los talibanes de uno de sus feudos y tomar el control de una amplia zona de terreno.
La ofensiva ha sido a tiro limpio. Se han bombardeado objetivos e incluso ha habido “daños colaterales”, que es como llaman a eso de meter la pata y matar a quien no deben.
No ha habido muchas bajas porque – por lo que sabemos – llevaban unos cuantos días anunciando el ataque con la intención de que los talibanes se fuesen por su propio pie y así encontrar poca resistencia.
Sin embargo la operación conjunta realizada, ha seguido meticulosamente el paradigma de una operación de guerra… algo sorprendente en un país donde se desarrolla una Misión de Paz.
Y eso sucede porque – al contrario de lo tozudamente expresado por la amiga de Rubianes – lo que hay en Afganistán es una guerra. No se parece al desembarco de Normandía, pero es una guerra (mas que nada porque ya ninguna guerra se parece al desembarco de Normandía).
En esa guerra se combate contra un enemigo que no lleva uniforme y que es la segunda o tercera generación de aborigenes que vive de las armas… esa tierra no sabe lo que es la paz desde hace más de un siglo.
Lo se yo y – probablemente – lo sepa usted también, pero ZetaPé y Karma no lo saben.
O quizá es peor: lo saben pero se niegan a reconocerlo… su “ideología” les impide hacerlo.
Porque estos seres vivientes pertenecen a un grupo especial en el que cuando la realidad se enfrenta a su “ideología”, contradiciéndola abiertamente, asumen que lo que está mal es la realidad.
Hablamos, para el que no lo sepa de una “ideología” que le costó a la humanidad - durante el siglo XX - mas de cien millones de muertos (guerras aparte) desde Stalin hasta Pol Pot, pasando por Mao y que, de cuando en cuando, nos monta una fiesta en Tiananmen o nos fusila a unos balseros en La Habana.
Y claro, con estos mimbres… ¿Qué canastos esperan hacer?
Yo si que tengo una cosa clara: cuando se produce una guerra los únicos que van en misión humanitaria es la Cruz Roja… ¡A ver si se enteran de una vez!
Porque si no reconocemos el problema, no hay solución posible.
La ofensiva ha sido a tiro limpio. Se han bombardeado objetivos e incluso ha habido “daños colaterales”, que es como llaman a eso de meter la pata y matar a quien no deben.
No ha habido muchas bajas porque – por lo que sabemos – llevaban unos cuantos días anunciando el ataque con la intención de que los talibanes se fuesen por su propio pie y así encontrar poca resistencia.
Sin embargo la operación conjunta realizada, ha seguido meticulosamente el paradigma de una operación de guerra… algo sorprendente en un país donde se desarrolla una Misión de Paz.
Y eso sucede porque – al contrario de lo tozudamente expresado por la amiga de Rubianes – lo que hay en Afganistán es una guerra. No se parece al desembarco de Normandía, pero es una guerra (mas que nada porque ya ninguna guerra se parece al desembarco de Normandía).
En esa guerra se combate contra un enemigo que no lleva uniforme y que es la segunda o tercera generación de aborigenes que vive de las armas… esa tierra no sabe lo que es la paz desde hace más de un siglo.
Lo se yo y – probablemente – lo sepa usted también, pero ZetaPé y Karma no lo saben.
O quizá es peor: lo saben pero se niegan a reconocerlo… su “ideología” les impide hacerlo.
Porque estos seres vivientes pertenecen a un grupo especial en el que cuando la realidad se enfrenta a su “ideología”, contradiciéndola abiertamente, asumen que lo que está mal es la realidad.
Hablamos, para el que no lo sepa de una “ideología” que le costó a la humanidad - durante el siglo XX - mas de cien millones de muertos (guerras aparte) desde Stalin hasta Pol Pot, pasando por Mao y que, de cuando en cuando, nos monta una fiesta en Tiananmen o nos fusila a unos balseros en La Habana.
Y claro, con estos mimbres… ¿Qué canastos esperan hacer?
Yo si que tengo una cosa clara: cuando se produce una guerra los únicos que van en misión humanitaria es la Cruz Roja… ¡A ver si se enteran de una vez!
Porque si no reconocemos el problema, no hay solución posible.