Como es habitual, la izquierda en España hace lo contrario de lo que predica.
Se han llevado años dando la matraca de la "transparencia" en la actividad política pero, al pisar la moqueta, se han vuelto radicalmente opacos.
Y en política, la opacidad sólo se explica cuando lo que se está haciendo no es de recibo.
Pedro Sánchez está ocultando su actividad a los españoles porque una cosa es predicar y otra dar trigo.
Y hay cosas que ocultarlas puede estar mas o menos justificado, por eso existe el "secreto de sumario" o el delito de "revelación de secreto", pero la actividad pública, no puede ni debe ser ocultada.
Y si me molesta una barbaridad que el marido de Begoña oculte lo que se gasta en ir volando de un sitio a otro (excepto cuando hay cumbres climáticas, a las que va en coche eléctrico), lo que me saca de mis casillas es que se juegue el futuro de España en una partida de Mus a la que los españoles no estamos invitados.
Además, en la mesa de negociación con ERC no consigues sacar dos carreras universitarias por más que las busques... lo cual es lamentable, pero mas lamentable aún es que, tras las reuniones previas, hayan decidido hablar a puerta cerrada.
Indigentes intelectuales liberados de dar cuenta de sus chanchullos... ¡como para fiarse del personal!.
Para informar a los españoles nos ponen por delante a esa señora que dice que Pedro Sánchez y el Presidente en Funciones son personas distintas, o a la millonaria que "olvidó" declarar unas cuantas propiedades... señoras cuya principal virtud es tener la cara de hormigón armado y, derivado de ello, estar dispuestas a decir cualquier cosa ante un micrófono sin ruborizarse.
Para redondear el polígono, lo mas despreciable del periodismo mercenario (que es el tipo de periodismo que tenemos en España), se afana en justificar cualquier cosa que haga el marido de Begoña o el déspota de Galapagar, olvidando que su trabajo es precisamente el contrario.
Me consta que Pedrito, por boca del maestrillo de Valencia, prometerá lo indecible... no sé si podrá cumplirlo, porque cumplir lo prometido - para los que son como Sánchez - nunca es una prioridad, pero como todos los timadores, le dirá a ERC lo que desea escuchar.
Por su parte, ERC (que nunca se ha visto en otra igual) se encuentra en la encrucijada de tener que camuflar la negociación ante su propia parroquia, porque saben que hay cosas que no se pueden poner sobre la mesa... cosas que, precisamente, son las que les han prometido a su electorado cuando les pedían el voto.
Estoy convencido de que la izquierda al completo, apoyados por los enemigos naturales de España, va a hacer todo lo posible por cambiar la Constitución sin que los españoles podamos decir nada al respecto, pero con ochenta y ocho diputados del PP, cincuenta y dos de Vox y diez de Ciudadanos, lo van a tener difícil... sobre todo por los cincuenta y dos de Vox que ya han dado muestras de no aceptar cosa alguna que apoyen los nazis de las regiones ricas.
Toda la estrategia de los conspiradores se basa en que los españoles aceptemos que la soberanía de España no reside en la voluntad de todos y cada uno de nosotros... de ahí la matraca del "federalismo", pero - rindiéndose a la evidencia - la voluntad de unos cientos de miles no va a poder nunca ponerse por encima de la voluntad de millones.
Eso pasó en Rusia, me dirá usted, y lleva razón... los bolcheviques se hicieron con todo siendo una minoría, pero lo hicieron tras una sangrienta revolución.
Y que quieren que les diga, no veo a los del lacito amarillo jugándose el físico sin el apoyo de los Mossos y la natural animadversión que tiene la gente decente a saltarse la ley para correrlos a boinazos.
Y los "milenials" de la revolución "after hours", no son los rudos comunistas de antaño. Eso se lo puedo asegurar.
De modo que aunque pretendan que no nos enteremos del resultado, yo se lo puedo adelantar: indulto disfrazado de cualquier otra cosa y pasta para repartirla entre los amiguetes.
Es todo lo que pueden conseguir.
No hace falta transparencia.